Rosa Elvira Vargas

La mayoría de las veces los mexicanos, incluso el presidente Enrique Peña Nieto, se sienten espiados. El mandatario admitió haber recibido mensajes de origen desconocido y haber sido víctima de intervenciones telefónicas.

‘‘Somos una sociedad que las más de las veces nos sentimos espiados. Yo mismo, como Presidente, he recibido mensajes cuya fuente u origen desconozco. Pero procuro, en todo caso, ser cuidadoso en lo que hablo telefónicamente. No faltará alguien que alguna vez exhiba alguna conversación mía. Ya ha ocurrido, ya ha pasado’’, asumió.

Empero, hizo un deslinde: el gobierno de la República no espía la actividad privada de activistas, defensores de derechos humanos ni periodistas. Dijo haber ordenado a la Procuraduría General de la República (PGR) investigar las denuncias presentadas en estos días, determinar si tienen sustento y la fuente de las mismas.

‘‘Espero que la PGR con celeridad pueda deslindar responsabilidades y espero, al amparo de la ley, pueda aplicarse contra aquellos que han levantado estos falsos señalamientos contra el gobierno.’’

Más tarde, en Guadalajara, ante las reacciones por esta última afirmación, Peña admitió no haber sido lo suficientemente claro al decir que la instrucción a la PGR es para investigar, pero en ningún momento ‘‘tener alguna acción en contra de la libertad de expresión’’.

La indicación es dar curso ‘‘a las denuncias de activistas sobre este supuesto espionaje; que realmente se pueda deslindar si caben y si tienen sustento las afirmaciones. Que con apego a la legalidad se encuentren los responsables, estén en el ámbito público o en otro’’, puntualizó.

En la segunda intervención dijo que las querellas deben investigarse y deslindar responsabilidades, de haberlas: ‘‘Si alguien dentro del gobierno hubiese tenido alguna actividad ilegal” en ese sentido. ‘‘Pero sí les puedo señalar que no somos un gobierno que espía. Simplemente el gobierno no tiene nada que ver en este tipo de señalamientos y por eso he dado indicaciones a la PGR’’ para que investigue.

También admitió que en medio de estos señalamientos muchos ‘‘se quieren subir a la ola que va en contra del gobierno. Resulta fácil señalar y apuntar, convocar para que se señale al gobierno como alguien que espía o como entidad que espía. Nada más falso que eso’’, dijo.

El mandatario salió al paso de las acusaciones contra su gobierno por espionaje a partir de un reportaje en The New York Times de inicios de esta semana. Según el diario, el gobierno federal habría comprado tecnología sofisticada para intervenir teléfonos personales, sobre todo de comunicadores y de quienes participan en organizaciones civiles.

Desde su óptica, ninguno de quienes se han sentido agraviados ‘‘puede afirmar o evidenciar que su vida se haya visto afectada, lastimada por esas supuestas intervenciones y por ese supuesto espionaje’’. El lunes Presidencia rechazó la versión y llamó a quienes según el reportaje habrían sido espiados, a interponer las denuncias correspondientes.

Peña Nieto apuntó ayer: todo el equipo, la tecnología, la información de inteligencia de los cuales dispone el gobierno se utilizan para mantener la seguridad interna del país, ‘‘es para combatir al crimen organizado, es para generar condiciones de seguridad para los mexicanos. Condenamos de manera categórica cualquier intervención que se tenga de la vida privada de quienes son activistas y de cualquier persona’’, dijo.

Este es un gobierno democrático, que actúa por convicción y ‘‘respeta y tolera las voces críticas. Y también, así ha quedado acreditado, nadie puede señalar o advertir que este gobierno no haya tolerado, haya sido condescendiente, haya aceptado o haya reconocido que la crítica enriquece’’ su actuar, dijo.

No vale intervenir en la vida privada de ningún ciudadano, puntualizó. ‘‘Eso no cabe en una democracia como la que vivimos’’. Precisó las instrucciones a la PGR: determinar si tienen sustento las afirmaciones sobre el espionaje desde esferas del gobierno y determinar el origen, la fuente de las mismas y hacerlas ‘‘con prontitud y celeridad’’.