Alonso Urrutia

Ante la demanda del Consejo Mexicano de Negocios (CMN) de que se agilice el proceso para nombrar al fiscal anticorrupción y ‘‘se le dote de autonomía plena’’, el presidente Enrique Peña Nieto reconoció que la corrupción es un fenómeno que la sociedad ya no tolera. ‘‘Alejarnos o eliminar este flagelo, que resulta costoso y lastimoso, no ocurrirá de la noche a la mañana’’, pero asegurar que se efectúe dependerá del trabajo conjunto de gobierno y sociedad.

Por otro lado, Peña Nieto celebró el anuncio de nuevas inversiones de las empresas que se agrupan en el CMN, de 31 mil 430 millones de dólares, con lo cual, subrayó, suman ya 152 mil millones entre 2013 y 2017.

Y acotó: ‘‘Para darle contexto a esta cifra vale la pena destacar que nuestro país ha recibido como inversión extranjera directa en ese mismo periodo 135 mil millones de dólares. Es decir, la realizada por empresas nacionales supera la inversión que empresas del exterior han hecho en nuestro país’’.

En el contexto de la reunión anual con los hombres más ricos del país, cuyo dirigente, Alejandro Ramírez Magaña, celebró la aprehensión de ex gobernadores ‘‘que han hecho un mal uso de los recursos públicos’’, porque ello permite recuperar la confianza ciudadana en las instituciones, el mandatario deslizó que, por ahora, concretar los nombramientos (anticorrupción) está en el espacio del Congreso, pero confió en que ‘‘muy pronto podamos ver que este proceso, que otorgó un periodo de un año para el mismo, se cumpla de manera cabal’’.

En su momento, Peña Nieto atribuyó en parte esta inyección de recursos privados a la generación de un ‘‘terreno fértil’’ para crecer, propiciado por las reformas estructurales que se han impulsado y que han permitido que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos considere a México el país más reformador entre sus miembros. Los recursos de las grandes empresas, agregó, generan un ‘‘círculo virtuoso’’ con las pequeñas y medianas empresas.

Peña Nieto ofreció más cifras para contextualizar el crecimiento en la captación de inversiones en México, producto de su mayor atractivo como destino de capitales internacionales: en el sexenio de Miguel de la Madrid, se recibieron 6 mil millones de dólares; en la gestión de Carlos Salinas, 13 mil millones; con Ernesto Zedillo, 36 mil millones; con Vicente Fox, 97 mil millones, y con Felipe Calderón, 106 mil millones. En los primeros cuatro años de este gobierno ya se han recibido 135 mil millones de dólares.

Para el mandatario, eso es reflejo de la consolidación del país ‘‘como un destino confiable que está atrayendo mayores inversiones’’. No obstante, reconoció que México ha enfrentado un entorno adverso, tanto externo como interno, como el alza en el precio de las gasolinas y un ‘‘gasto público francamente apretado’’, consecuencia de ajustes presupuestales, para cumplir con su compromiso de tener finanzas públicas sanas.

Destacó algunos efectos importantes producto de los cambios impulsados, entre los que refirió el incremento en la recaudación fiscal, que pasó de representar 8.7 por ciento del producto interno bruto en 2012 a 14.1 por ciento en 2016. Esto fue producto de un aumento en el padrón de contribuyentes superior a 50 por ciento, que provocó una recaudación tributaria superior en 80 por ciento en términos reales.

En su oportunidad, el presidente del CMN, Alejandro Ramírez, demandó agilizar los nombramientos en materia de corrupción y de la fiscalía general de la República, sobre la cual ‘‘quizá la principal tarea pendiente sea asegurar que se sustente en la fuerza del derecho y la legitimidad de la justicia, garantizando su plena autonomía’’.

Peña Nieto señaló que el que los funcionarios asuman una nueva forma de actuar implica ‘‘el esfuerzo de los gobiernos, de sus instituciones, las que han sido creadas y también de la sociedad en su conjunto’’.