Alonso Urrutia

Especialistas en temas de seguridad y transparencia cuestionaron la veracidad de la información oficial relacionada con la incidencia delictiva, pues, aseguraron, hay suficientes elementos para considerar que ha sido manipulada deliberadamente o, en su caso, maquillada para evitar reflejar los niveles de violencia reales. Sea mediante el subregistro de delitos o la reclasificación de éstos, se alteran las cifras, lo que va en detrimento de las políticas públicas y de una mayor desconfianza ciudadana, sostuvieron.

Durante el panel La estadística criminal y política de seguridad. ¿Podemos confiar en las cifras, organizado por el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano, dijo que con frecuencia se altera la clasificación de delitos para reducir la incidencia real de homicidios o de secuestros, falseando la posibilidad del análisis.

Puso de ejemplo que en Nayarit la información pasó de 40 homicidios por cada 100 mil habitantes –que es un alto nivel de violencia– a sólo tres, y no se reportaba la cifra de secuestros o de robos.

El especialista Francisco Guerrero denunció una alta manipulación de las cifras en Michoacán, a partir de un incremento inusual de los homicidios culposos y la estabilidad de los dolosos, para esconder la violencia que había en la entidad. Simples triquiñuelas para tratar de ocultar un problema estructural de violencia en el estado, agregó.

Aunado a la manipulación de datos, existe otro problema para conocer la realidad de la inseguridad, que se asocia a la desconfianza social en las instituciones y el desbalance a escala nacional.

Edna Jaime, de México Evalúa, señaló que de acuerdo con encuestas oficiales, sólo 2.8 por ciento ciento de la población de 18 años o más afirmó tener mucha confianza en la información en materia de seguridad pública, narcotráfico o delincuencia.

De aquellos que tienen algo de confianza, algo de desconfianza y mucha desconfianza, dicen que esta falta de certeza sobre la veracidad de los datos lo atribuyen a que la información se manipula o que se oculta, dijo Jaime, quien señaló que con asesoría de especialistas británicos revisaron los reportes oficiales sobre incidencia delictiva, detectando evidentes indicios de manipulación.

Ricardo Corral, del Centro Nacional de Información del Sistema Nacional de Seguridad Pública, admitió la inconsistencia en los datos de incidencia delictiva.