Patricia Muñoz Ríos

Cada año cerca de 500 mil jóvenes no pueden acceder al mercado de trabajo, ya que de un promedio de 1.4 millones de personas que llegan a la edad laboral, en el país sólo se generan entre 900 y un millón de plazas, por lo que casi una tercera parte se tienen que ir a la economía informal o se quedan sin empleo.

En tanto, a los puestos que pueden acceder la paga es de entre uno y tres salarios mínimos en promedio, ya que ha habido una destrucción de trabajos bien pagados y se están creando empleos precarios. Además se ha minimizado la generación de plazas estables, señala un informe del Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (Cilas) respecto del trabajo decente en México.

El análisis expone que en México, de los más de 50 millones de personas que conforman la población ocupada, 56.9 se encuentran en la formalidad; 32 millones no tienen acceso a la seguridad social y casi 14 millones laboran más de 48 horas a la semana.

Además, 4.6 por ciento de los asalariados cobra por honorarios, 3.1 no reciben salario, 7.8 millones ganan hasta un salario mínimo y a las mujeres trabajadoras les pagan entre 14 y 30 por ciento menos que a sus compañeros hombres, por iguales puestos y tareas. De esta forma, 53 por ciento de la población tiene un ingreso inferior a la línea de bienestar.

Es decir, nuestro país está muy lejos de alcanzar las metas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre generación de empleo digno, por el contrario se pretende disminuir aún más los medios que tienen los trabajadores para defender sus condiciones laborales, y se les limitan derechos fundamentales como el de huelga, de libre sindicalización y otros.

En cuanto a la situación laboral de los jóvenes, el Cilas detalla que el segmento de la población de entre 15 y 29 años es el más afectado por la falta de empleo de tal forma, que 50 por ciento del total de desempleados del país son jóvenes. Incluso del total de personas que anualmente llegan a la edad de laborar, casi 500 mil se quedan sin poder conseguir un trabajo.

Plantea, además, que el panorama se completa por el hecho de que la tasa de afiliación sindical en el país es de apenas 13 por ciento, y la mayoría de los sindicatos son corporativos, o de protección.

Para este centro de investigación es preciso que el país avance en la disminución de la informalidad en al menos cinco puntos porcentuales e incremente el número de trabajadores con seguridad social en la misma magnitud; de igual forma plantea que se deben reforzar las políticas de inclusión de mujeres en el mercado laboral y lograr la nivelación de sus salarios; además de incentivar el empleo para la población joven, entre muchas otras tareas pendientes que se tienen en materia de trabajo.