La decisión de cerrar el periódico Norte de Ciudad Juárez, y el asesinato Miroslava Breach Velducea, corresponsal de La Jornada en Chihuahua, tienen una relación estrecha con el nivel de crisis que viven varias regiones del país donde se está construyendo una gobernabilidad criminal, señaló Édgar Cortez, del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia.

Indicó que bandas delincuenciales de muy diverso tipo tienen ya una presencia en muchas partes del país, han penetrado a las instituciones, de tal manera que muchas de éstas ya no responden a la sociedad, sino a intereses criminales y a los gobiernos que están asociados con estos grupos.

Al declarar sobre la decisión del diario de cerrar debido a la inseguridad y la falta de garantías para ejercer un periodismo crítico, el defensor de derechos humanos dijo que “si uno conecta la muerte de Miroslava Breach y la decisión de cerrar el diario –del que también ella era colaboradora– creo que son dos evidencias de que la crisis no está en la cabeza de nadie, sino que es real y está presente”, en clara alusión a las recientes declaración del titular del Ejecutivo federal.

Édgar Cortez, quien durante cuatro años participó en el consejo consultivo y la junta de gobierno del Mecanismo de Protección de Defensores de Derechos Humanos y Periodistas, ha señalado que la impunidad en la que queda la gran mayoría de las agresiones a periodistas es un factor esencial que obstruye la labor del mecanismo.