Alonso Urrutia

Durante el inicio de la colecta anual de la Cruz Roja Mexicana, el presidente Enrique Peña Nieto hizo un nuevo llamado a la unidad para hacer frente a los retos que enfrentamos. E insistió en que no se trata de unidad que pide que todos hablen con una sola voz, ni que todos aprueben las políticas de un gobierno, ni que todos compartan las mismas ideas. Me refiero a la que nos hace avanzar en conjunto, en favor de nuestros valores y de las grandes causas nacionales.

En la residencia oficial de Los Pinos, Peña Nieto convocó a la sociedad a actuar con altruismo para respaldar a la Cruz Roja, una institución abocada a apoyar a los sectores vulnerables ante catástrofes naturales o accidentes. Pidió respaldarla, porque su vocación es aliviar el sufrimiento de los más vulnerables.

Tras subrayar que la institución no sólo está en las catástrofes, sino que también tiene una vertiente preventiva, el mandatario destacó que la Cruz Roja fue de las primeras instancias en sumarse al nuevo modelo de atención de emergencias 911, que inició en enero pasado. Fue un proyecto anunciado en 2014 cuya complejidad tecnológica y operativa para concentrar los esfuerzos de más de 150 instituciones dedicadas a la atención de emergencias en un solo esquema, dilató su entrada en vigor.

Conminó a fortalecer la prevención, si cada quien hace su parte, por ejemplo, para reducir el impacto de los accidentes viales que tan sólo entre 2013 y 2015 cobró la vida de 50 mil personas. Refirió que se han impulsado medidas para su reducción, entre las cuales están que en 131 municipios de 30 entidades se crearan mecanismos de control para que nadie conduzca bajo la influencia del alcohol mediante el alcoholímetro.

Peña Nieto se pronunció porque el respaldo social en esta colecta nacional permita superar la meta de reunir, al menos, 355 millones de pesos. Enfatizó que el modelo de operar de la institución, con base en 43 mil voluntarios, le permite funcionar con una administración muy eficiente. México es un país de gente solidaria, que se une ante los retos que se presentan y actúa bajo un solo frente.

El presidente de la Cruz Roja, Fernando Suinaga –tras expresar su respaldo a las acciones gubernamentales en estos tiempos complejos–, refirió las cifras de actuación de la institución: 5.5 millones de atenciones médicas en 2016, cuando también se efectuaron 1.4 traslados en ambulancia. Informó que del total de recursos que ejerce la institución, 96 por ciento se asigna a funciones operativas y sólo 4 por ciento a gasto administrativo, pues opera con la participación de 43 mil voluntarios.

Bajo el lema Ayudar nos mueve, la colecta arrancó en Los Pinos, donde se hizo entrega de 77 ambulancias y dos unidades especializadas en rescate urbano, como parte de una renovación del parque vehicular que en los pasados 10 años ha incorporado a mil 316 nuevas ambulancias.

El presidente del patronato del Nacional Monte de Piedad, Alfredo Adam, subrayó que de cada 10 servicios de ambulancias que se requieren, ocho son proporcionados por la Cruz Roja. Acotó que esta institución ha donado durante los pasados 10 años 351 unidades, lo que representa 28 por ciento del total con las que cuenta la Cruz Roja.

Al inicio de su intervención, como parte del protocolo, saludó al Presidente y a su “distinguida señora, Angélica Rivera… ausente, pero la saludamos”, se apresuró a componer el lapsus.

Un lapsus que en su momento no dejó pasar Peña Nieto justificando la ausencia de su esposa, que prácticamente cada año participa en esta ceremonia: La razón de que no se encuentra aquí, fue porque no se escapó de pescar una buena gripa. Y está bien agripada. Y no quiso contagiar a nadie.

Transcurridos los discursos, Peña Nieto realizó la primera aportación de la colecta 2017: espero que iniciemos con una buena colecta en este espacio, en el que no se aceptan monedas, sólo billetes para poder llenar las alcancías que tienen aquí quienes nos acompañan.