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Graco Ramírez, presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), precisó que al reunirse el pasado fin de semana con seis gobernadores de Estados Unidos acordaron llevar a cabo encuentros para tratar temas económicos y políticos, sin esperar a que intervengan los respectivos gobiernos de sus países.

‘‘Vamos a empezar a generar señales claras e inequívocas de que estamos dispuestos a dialogar y a seguir trabajando en favor de nuestros paisanos’’, dijo en conferencia de prensa el también gobernador de Morelos.

Ramírez Garrido Abreu destacó el que Brian Sandoval, gobernador republicano de Nevada, haya aceptado asistir en nombre de sus colegas estadunidenses a la reunión que los mandatarios mexicanos celebrarán en mayo. ‘‘Es muy importante que haya aceptado porque, además de republicano, llevará la voz de los gobernadores. Y por lo que conversamos observo que tenemos muchas coincidencias para enfrentar problemas como el Tratado de Libre Comercio y la migración’’, indicó.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha ordenado la renegociación del acuerdo comercial suscrito con México y Canadá y ha expandido el espectro de inmigrantes no autorizados que pueden ser deportados.

El gobernador Sandoval confirmó el lunes –durante otra conferencia de prensa– que aceptó la invitación para visitar México en mayo. ‘‘Espero poder hablar sobre estos temas importantes’’, señaló Sandoval, sin fijar su postura al respecto.

Graco Ramírez se reunió con seis gobernadores estadunidenses, incluyendo al demócrata de Virginia Terry McAuliffe, quien anunció el lunes que encabezará una misión comercial a México a mediados de marzo. El mexicano viajó a Washington al mismo tiempo que 46 gobernadores estadunidenses asistían a una convención anual, que incluyó una cena con Trump el domingo anterior en la Casa Blanca.

McAuliffe dijo haber compartido sus preocupaciones sobre la nueva política migratoria estadunidense con el presidente y el secretario de Seguridad Interior, John Kelly.

Asimismo, relató que Kelly le aseguró que las autoridades federales sólo buscarán deportar inmigrantes que hayan cometido delitos después de que ingresaron al país, y que agentes de la policía migratoria no detienen en las calles a transeúntes al azar.

Aseguró que pidió al presidente Donald Trump que comunicara ese mensaje con mayor claridad. ‘‘Le dije: la gente está confundida sobre esta política y está temerosa; usted necesita aclararla para que la gente no tenga miedo en este país’’.