Vìctor Ballinas y Andrea Becerril

El subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Miguel Ruiz Cabañas, anunció en el Senado que México promoverá un pacto global sobre migración y refugio, en el que prevalezcan los derechos humanos y el derecho internacional y se limite la ola racista y xenofóbica.

Al participar en la entrega de reconocimientos del diplomado El asilo como derecho a la protección internacional, Ruiz Cabañas explicó que esa iniciativa la impulsa México junto con Suiza y pretende establecer principios básicos de derechos y obligaciones de los Estados y de los propios migrantes y refugiados.

En su intervención ante senadores y expertos que cursaron el diplomado, el también embajador Ruiz Cabañas subrayó: ‘‘Pensamos en la cancillería que ese pacto global puede fijar el marco que está ausente, cuáles son las obligaciones y los derechos de los Estados, cuáles las obligaciones y derechos de los propios migrantes y, con ello, no sólo fortalecer el marco jurídico, sino la cooperación internacional y resistir la ola global de xenofobia y racismo que se está dando en nuestro continente y en varias partes del mundo’’.

México, aseguró el diplomático, no aceptará que se le impongan políticas que no son de su responsabilidad, en referencia a la pretensión del gobierno de Donald Trump de deportar a México a migrantes de cualquier nacionalidad. En este contexto, subrayó: ‘‘Lo que México no puede aceptar es la intolerancia, la xenofobia, el racismo, el prejuicio como política de Estado, y México ciertamente no lo va a aceptar. Tampoco vamos a aceptar decisiones unilaterales de nadie, tratando de imponer al país procedimientos o políticas que no son responsabilidad nuestra. Desde luego, no lo vamos a hacer’’.

Refirió que frente a las nuevas políticas migratorias anunciadas recientemente por el gobierno de Estados Unidos, México enfrentará una situación más delicada y más difícil. Ante ello, dijo, es necesario actualizar el marco jurídico interno a fin de fortalecer la infraestructura y reforzar la política de refugio ‘‘por los que vienen de Centroamérica’’, pero también para velar por los migrantes mexicanos en Estados Unidos.

‘‘Vamos a hacerlo con determinación y trabajaremos en una política, no de partido o de gobierno, sino de Estado que pueda ser apoyada activamente por todas las fuerzas políticas del país.’’

La presidenta de la comisión senatorial de Relaciones Exteriores para América Latina y el Caribe, la panista Mariana Gómez del Campo, informó que de 2013 a 2015, el número de solicitantes de asilo pasó de mil 296 a 3 mil 423, es decir, un crecimiento de 164 por ciento en sólo dos años. ‘‘Lo grave es que uno de cada tres solicitantes no obtuvo el amparo del Estado mexicano’’.