Andrea Becerril y Víctor Ballinas

Las fracciones de PRD y PAN en el Senado, así como el dirigente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Pablo Castañón, pidieron al presidente Enrique Peña Nieto no recibir personalmente a los secretarios de Estado y de Seguridad Interior de Estados Unidos, Rex Tillerson y John Kelly, respectivamente, en respuesta al endurecimiento de la política migratoria del vecino país.

En tanto, durante una reunión con embajadores de naciones de América Latina y el Caribe, senadores de PRI, PAN y PRD plantearon armar un frente común para responder a las acciones de Donald Trump contra países de la región.

‘‘Cada quien en su tiempo y cada quien en su canal. El Presidente tiene sus propios secretarios para sostener el diálogo que corresponda’’ con los funcionarios de Estados Unidos, comentó Juan Pablo Castañón, titular del CCE.

En entrevista aparte, el coordinador de los senadores del sol azteca, Miguel Barbosa, consideró ‘‘otro error de la diplomacia mexicana’’ invitar a Tillerson y Kelly ante un ambiente de amenazas y hostilidad de su gobierno hacia México.

‘‘Ni el Presidente de la República ni ninguno de los servidores públicos de la nación deben reunirse con representantes del gobierno de Trump, cuando ya se ha dado la orden de iniciar las deportaciones masivas de migrantes.’’

Igualmente, la presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores, Gabriela Cuevas (PAN), demandó que Tillerson y Kelly sean recibidos por funcionarios mexicanos de su nivel, luego de la ‘‘bomba migratoria’’ que pretenden mandar al país a través de los memorandos.

Por otra parte, durante la reunión con embajadores de América Latina y el Caribe la senadora panista Laura Angélica Rojas insistió en la urgencia de una coordinación entre países del continente americano, ya que en los próximos días pueden ser deportados 400 mil migrantes mexicanos y centroamericanos.

Durante la inauguración de ese encuentro, el presidente de la Junta de Coordinación del Senado, Fernando Herrera (PAN), resaltó que ‘‘es inaceptable que un gobierno, por muy poderoso que éste sea, pretenda violentar los derechos humanos y laborales de quienes por generaciones han aportado su trabajo en favor de la economía más fuerte de nuestro continente’’.

El también coordinador panista en el Senado advirtió que el nuevo gobierno estadunidense ‘‘ha mostrado que los intereses hegemónicos siguen actuantes, con notable agresividad, y gozan de cabal salud. Por eso, se hace necesario que los países amigos fortalezcan sus lazos, incrementen su reflexión, analicen sus experiencias e intercambien sus conclusiones’’.

Por su parte, la senadora del PRI Blanca Alcalá advirtió que América Latina está en alerta, lo que obliga a los parlamentarios de ese continente a mayores esfuerzos para sortear el difícil escenario.

La reunión fue a puerta cerrada y se discutió la posibilidad de crear una red consular de protección a los derechos humanos de los migrantes en territorio estadunidense, ante los procesos de deportación.

Asimismo, se analizó el tema de los insumos y productos elaborados que puede comprar México a las naciones latinoamericanas para sustituir los que importa de Estados Unidos, entre ellos el maíz amarillo.