David Castellanos Terán y Notimex

El gobierno de Estados Unidos deportó este jueves a 120 migrantes mexicanos –en su mayoría oriundos de los estados de México, Chiapas, Oaxaca y Veracruz– por el cruce Reynosa-Hidalgo (Texas). Siete venían esposados, informó Edith Hinojosa, presidenta de la Casa del Migrante de Nuestra Señora de Guadalupe.

Los connacionales llegaron alrededor de las 18 horas en tres camiones que se utilizan en las cárceles del país vecino. Los esposados fueron los últimos en bajar del tercer autobús.

Debido a que no traían dinero para viajar a sus lugares de origen o intentar el regreso a Estados Unidos, únicamente 40 hombres y tres mujeres fueron llevados a la casa hogar para compartir los alimentos con otros 35 paisanos que ya están refugiados en ese sitio de albergue.

Los otros 177 deportados fueron llevados a la terminal de autobuses para el regreso a sus estados de origen, agregó la vocera de la casa hogar, la cual es patrocinada por la diócesis de Matamoros.

Edith Hinojosa informó que debido a los cambios administrativos del gobierno de Tamaulipas, el albergue Nuestra Señora de Guadalupe dejó de percibir los 200 mil pesos mensuales que aportaba el estado a través de un convenio signado con la secretaría general.

Recordó que por esta ciudad fronteriza el año pasado fueron deportados 14 mil 218 migrantes. ‘‘Si continúan las deportaciones masivas y se cumplen las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, seguramente estaremos duplicando esta cifra en el año; es una preocupación muy grande y estamos haciendo lo posible por ayudarlos’’, declaró.

‘‘Vamos a necesitar la ayuda del gobierno, pues aquí pasan la noche, reciben alimento y cobijo hasta que contactan a algún familiar que les manda recursos para el pasaje’’, explicó.

En Sonora, en tanto, el Congreso local aprobó por unanimidad enviar un exhorto al presidente Enrique Peña Nieto para destinar 10 millones de pesos para atender en la entidad a los menores migrantes que viajan sin la compañía de un adulto.

Se calcula que cada año por la frontera de Sonora son deportados desde Estados Unidos unos 9 mil menores de edad, quienes viajan sin la compañía de un adulto, puntualizó.

El documento señala que se solicitará al Ejecutivo federal destinar uno por ciento de los mil millones de pesos aprobados para destinarlos a la protección de los migrantes y para atender a los niños y niñas migrantes.

‘‘Con tan sólo uno por ciento de esos recursos ya aprobados, se podrán instalar módulos de atención exclusiva a estos niños migrantes, los cuales podrán recibir atención especializada, médica, sicológica y alimentaria”, anotó.

Dichos módulos contarían con trabajadoras sociales que se encargarían de identificar el lugar de origen de los menores y contactar a su padres o algún familiar cercano para que sean auxiliados y puedan volver.