En una medida sumamente inusual, cuatro fiscales federales que supervisan el caso penal contra el ex asesor de campaña y viejo amigo de Donald Trump Roger Stone se han retirado del caso —y uno renunció a su cargo por completo— después de que altos funcionarios del Departamento de Justicia exigieran que Stone recibiera una sentencia de prisión de menor duración. Un alto funcionario del Departamento de Justicia informó a la cadena televisiva CNN que, al parecer, los cuatro fiscales se retiraban del caso en protesta por la intervención de altos funcionarios del Departamento de Justicia, que se produjo luego de que Trump arremetiera vía Twitter a altas horas de la noche, atacando a los fiscales federales y afirmando que la sentencia inicial recomendada de entre siete y nueve años era un “error judicial”, pese a que este rango de sentencia se formuló con base a las pautas federales de sentencia. Solo unas horas después de los tuits publicados por Trump, un alto funcionario del Departamento de Justicia sostuvo que el departamento estaba “conmocionado” por las recomendaciones de sentencia y las analizaría. En noviembre pasado, Stone fue condenado por siete cargos, que incluyen mentirle al Congreso y manipular a un testigo para evitar que investigadores obtuvieran evidencia sobre cómo la campaña Trump 2016 intentó beneficiarse de los correos electrónicos robados al Partido Demócrata. Stone podría haber enfrentado hasta 50 años de prisión.