Braulio Carbajal

Mercado La Dalia, en la colonia Santa María la Ribera, Ciudad de México.

Desde el empiezo del confinamiento social –a finales de marzo pasado, una de las medidas adoptadas por el gobierno federal para enfrentar la la pandemia de Covid-19– el precio de algunos productos de la canasta básica se ha disparado en el país, revela un seguimiento efectuado por la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec).

De acuerdo con el organismo, los productos que han tenido aumentos son: chile, 62.5 por ciento, cebolla (59.09), jitomate (45.45), naranja (33.33), papa (25), limón (21.43), aguacate (15.38), aceite (15.38) y huevo (10.53).

Al respecto, Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Anpec, manifestó que durante la cuarentena ha habido momentos de desabasto y compras de pánico, que provocaron especulación y aumento desproporcionada de precios, minando así el poder de compra.

Añadió que especular es ilícito, pero en las actuales condiciones es criminal.

La variación de precios, señaló la Anpec, ha sido a grado tal que el chile ha pasado de 40 a 65 pesos el kilogramo, la cebolla de 22 a 35, el jitomate de 33 a 48 y el aguacate de 65 a 75.

Otra razón que ha contribuido al incremento de precios, subrayó Rivera, es que cada vez más autoridades locales han decidido enclaustrar a sus comunidades, bajo el pretexto de protegerlas del Covid-19, estableciendo retenes que impiden el libre tránsito y obstaculizan el abasto de los mercados locales.

El decreto para la emergencia sanitaria no establece toque de queda y respeta las garantías constitucionales, entre ellas libre tránsito y abasto. Liberar del secuestro en que se encuentran estas comunidades es responsabilidad de la Secretaría de Salud y Gobernación, apuntó el dirigente.

Otros productos que han disparado su precio son: jabón de lavandería, 10.34 por ciento, jamón (9.38), desinfectante en aerosol (8.97), papel higiénico (8.33), cloro (7.14) y lata de atún (6.25).

La factura económica del Covid-19 ha llevado a nuestra economía a la recesión y revertirla costará mucho trabajo; 2020 es un año perdido, 2021 uno muy comprometido y en 2022, si hacemos la tarea, igual y empezaremos a mover la economía, puntualizó el líder de los pequeños comerciantes.