Israel Rodríguez

La Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó discrecionalidad como práctica recurrente en el pago de dividendos a Petróleos Mexicanos (Pemex) por las empresas que integran PMI, filial de la empresa productiva del Estado.

En los últimos 10 años (2008-2017) las empresas privadas de PMI acumularon utilidades por 133 mil 574 millones de pesos y únicamente pagaron el equivalente a 20 por ciento, es decir, 26 mil 665 millones a la petrolera mexicana.

Lo anterior permitió que el capital de las empresas del grupo PMI se incrementara y con esos fondos financiaron proyectos de inversión que han generado resultados adversos a Pemex, entre los que destacan la compra de activos de la empresa Agronitrogenados, de Altos Hornos de México, y el proyecto de inversión de la Planta Solidificadora de Azufre ubicada en Coatzacoalcos, Veracruz.

Por otro lado, en las notas sobre los estados financieros dictaminados al 31 de diciembre de 2018 de PMI, Comercio Internacional y Pemex Exploración y Producción, se identificaron diferencias en los montos de compraventa de petróleo crudo por 2 mil 602 millones 260 mil pesos.

Durante 2018 Pemex mantuvo una participación accionaria directa e indirecta en 21 empresas privadas de PMI, constituidas en territorio nacional y extranjero, las cuales, con base en la tenencia accionaria en 17 empresas filiales, tres alianzas estratégicas y un vehículo financiero, tuvieron como actividad principal ser controladoras de acciones, comercializadoras, prestadoras de servicios, ejecutoras de proyectos de inversión y la asociación con otras empresas privadas del sector energético y naviero.

El órgano auditor de la Cámara de Diputados verificó que al 31 de diciembre de 2019 la Planta Solidificadora de Azufre no había podido iniciar operaciones debido a la existencia de vicios ocultos por la empresa Ecolaire España, filial del Grupo OHL, en la construcción y hundimiento de una bodega, así como por la inexistencia de oferta del principal insumo, que es el azufre.

Adicionalmente, en el conjunto de empresas privadas de PMI se observaron deficiencias en el diseño e implementación del sistema de control interno y en la administración de riesgos, debido a que éstas fueron omisas a las disposiciones normativas aprobadas por el consejo de administración de Pemex y sus operaciones no se basaron en la gestión integral de procesos ni en la adecuada administración de riesgos, y los mecanismos de información reflejaron fallas y omisiones sustanciales.

En la tercera entrega de la revisión de la cuenta pública de 2018 en materia de control las unidades internas de Pemex mostraron discrecionalidad y omisión en las actividades de vigilancia y monitoreo encaminadas a comprobar la efectividad del sistema de control implementado por las empresas de PMI, debido a que utilizaron preceptos imprecisos y vagos incluidos en el marco jurídico y normativo, lo que mostró la falta de certeza y transparencia de las operaciones, así como la materialización de riesgos.