Armando G. Tejeda

El empresario Plácido Arango radicaba en España desde 1965, donde dedicó gran parte de su vida al patrocinio del arte y a la filantropía. Hijo de migrantes asturianos, fundó exitosas cadenas de restaurantes y tiendas al por menor, que más tarde fueron adquiridas por las gigantes Walmart y Alsea.Foto tomada de la página del Museo Nacional del Prado

Madrid. El empresario mexicano Plácido Arango, fundador del Grupo Vips y uno de los mecenas culturales más importantes de España, murió ayer a los 88 años de edad, en Madrid.

Su deceso provocó enorme pesar en empresarios y políticos españoles, pero sobre todo en numerosas instituciones y personalidades dedicadas a la cultura, sobre todo en el terreno de los artístico, dado que hasta el final de sus días dedicó buena parte de su fortuna a construir una de las colecciones de arte más importantes del país y gran parte de ella la donó en vida a una de las pinacotecas de la que era patrono: el Museo Nacional del Prado.

Nacido en Tampico, Tamaulipas, en 1931, y con raíces asturianas, pues sus padres formaron parte de la emigración económica de principios del siglo XX, Plácido Arango desde muy joven se convirtió en un empresario del sector de la hostelería. Arango sentó las bases de su emporio en nuestro país, pero decidió trasladarse a vivir a España, la tierra de su familia, en 1965, en plena dictadura de Francisco Franco. Fue entonces cuando el empresario tejió una amplía red industrial en la península ibérica, donde fundó la cadena de restaurantes Vips y se convirtió así en uno de los principales empresarios del sector.

También fue uno de los precursores de Aurrera

También se incorporó a otras grandes empresas españolas, entre ellas el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), del que fue consejero durante varios años. Arango también fue uno de los fundadores de los supermercados Aurrera, que también desarrolló en España, pero al fi-nal decidió venderlos en 1975, a lo que entonces era Galerías Preciado, hoy absorbido por El Corte Inglés.

Después de décadas dedicado al negocio, Arango decidió traspasarlo hace dos años, por 500 millones de euros al consorcio mexicano Alsea, para quedarse únicamente con 5 por ciento de las acciones.

Su principal pasión: la colección de obras de arte

Desde entonces se dedicó de lleno a su principal pasión, la colección y la contemplación de obras de arte. De hecho desde hace décadas figura como uno de los principales patronos y benefactores de instituciones como el Museo Nacional del Prado y el Teatro Real.

Arango realizó la última aportaión hace sólo unos meses al Museo del Prado, que incluyó 25 obras maestras de la colección de su arte antiguo, entre las que había obras relevantes de artistas como Pedro de Campaña, Luis Morales, Luis Tristán, Francisco de Zurbarán, Francisco Herrera El Mozo, Juan de Valdés Leal, Corrado Giaquinto y Francisco de Goya, entre otros.

Una de sus donaciones más importantes a la pinacoteca madrileña fue la serie de Toros de Burdeos, de Goya, unida a la donación previa de Los Caprichos.

También realizó importantes contribuciones al Museo de Bellas Artes de Asturias y recibió numerosas condecoraciones, entre ellas la Medalla al mérito civil de las Bellas Artes y la de Isabel la Católica.