Dora Villanueva

Tal como sucedió a inicios de 2019, Bank of America Merrill Lynch (BofA) redujo su expectativa de crecimiento en México, dejándola como la más baja que hay hasta el momento entre instituciones financieras.

Luego de dos días de reuniones con integrantes del Banco de México y de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SCHP), recortó a 0.5 por ciento su previsión, del 0.9 publicado en diciembre.

Hay riesgo de algún impacto por el brote de coronavirus en China, pero el freno central está en que no lleguen capitales por la incertidumbre interna. Todavía no esperamos una recuperación de la inversión y nos preocupa que las exportaciones no sean lo suficientemente fuertes como para llevar el crecimiento al uno por ciento o más, manifestó en un reporte.

Agotar el FEIP

Reveló que la SHCP prevé usar de nueva cuenta el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) si se repite la debilidad económica y una producción de petróleo por debajo de sus expectativas, tal como sucedió en 2019, cuando se tomó 45 por ciento de esos recursos para alcanzar el superávit primario –ingresos menos gastos a los que se excluyen los intereses de la deuda– de 1.1 por ciento del producto interno bruto.

Para 2020, la meta de la administración es un superávit primario de 0.7 por ciento y no se descarta cumplirlo a costa de lo que resta en el FEIP y de las políticas de austeridad. Este camino puede no ser sostenible a largo plazo, advirtió el reporte encabezado por Carlos Caspistrán.

Si bien es necesaria una reforma integral –como la que encamina la SHCP para 2021 una vez que pasen las elecciones intermedias–, aumentar la carga fiscal sobre la economía tendrá un costo en términos del crecimiento del PIB, subrayó.

El BofA no se ciñó a reportar su baja de crecimiento, sino adelantó que por lo hablado con los integrantes del Banco de México, éste hará lo mismo en su próxima reunión de política monetaria, mientras la SCHP se mantendrá en 2 por ciento.