Susana González G.

Aumentar el impuesto especial para productos y servicios (IEPS) a los refrescos y pretender extender su aplicación a artículos de alta demanda entre los mexicanos, como proponen algunas voces legislativas, acabará por paralizar la economía mexicana, sobre todo porque el aumento al salario mínimo para este año quedó pulverizado y el poder de compra de las familias va a la baja, advirtió la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec).

La organización exhortó a la mayoría legislativa, es decir, a senadores y diputados de Morena, a honrar la palabra del presidente Andrés Manuel López Obrador de que no habría aumento en los impuestos para 2020.

La actualización en la tasa del IEPS para refrescos y cigarros, dos de los principales productos que venden las tiendas de abarrotes a las cuales representa la Anpec, planteada en la miscelánea fiscal del próximo año es, en realidad, un aumento y ahora se pretende extenderla a otros productos, indicó.

Recaudó $200 mil millones

La asociación considera que el gravamen para refrescos y alimentos calóricos, como galletas, dulces, chocolates y pastelillos ha sido muy exitoso, pues en 5 años el gobierno recaudó 200 mil 124 millones de pesos. Sin embargo, esos recursos no se reflejaron en el presupuesto para el sector salud, a pesar de que se argumentó que el IEPS era para abatir la obesidad y sobrepeso que prevalece en la mayoría de la población.

“Ven venir la tormenta..."

Una mayor carga fiscal promoverá mayor comercio informal e ilegal, dañará la salud y los bolsillos de los mexicanos, dijo Cuauhtémos Rivera, dirigente de la ANPEC. Ven venir la tormenta y no se hincan.

Sostuvo que el panorama económico de las familias mexicanas se complicará aún más con la carestía.