Dora Villanueva

Gita Gopinath, directora jefe del Departamento de Estudios del Fondo Monetario Internacional.

En México, la inversión continúa siendo débil y el consumo privado se ha desacelerado. Hay incertidumbre política, baja ejecución del presupuesto, debilitamiento de la confianza y mayores costos de endeudamiento, manifestó el Fondo Monetario Internacional (FMI). Todo, al advertir que el crecimiento se desaceleró bruscamente durante el primer semestre del año.

En Perspectivas de la economía mundial, publicadas la víspera por el organismo, se advierte que ninguna economía como la mexicana ha hecho reformas estructurales en tan poco tiempo y con resultados mínimos en los ingresos per cápita de la población. Los resultados decepcionantes están vinculados con distorsiones microeconómicas generalizadas que han alentado la informalidad, asienta el documento.

Con dicho antecedente, el FMI no prevé un giro en el corto plazo con el cambio de administración. El pasado 11 de octubre recortó por cuarta ocasión las estimaciones de crecimiento para México. En 2019 se prevé una expansión del producto interno bruto (PIB) de 0.4 por ciento y en 2020 de 1.3. A la par, calcula que el año en curso cerrará como el más bajo de producción per cápita en al menos una década, al contraerse 0.6 por ciento.

En conferencia de prensa, Gian Maria Milesi-Ferretti, director adjunto del Departamento de Investigación del organismo, sostuvo que la debilidad de la economía mexicana se asocia con una política monetaria estricta, la escalada de los costos para acceder a crédito y la lenta ejecución del gasto público, pero también hay incertidumbre sobre la fe de algunas de las reformas estructurales y eso, evidentemente, puede tener un impacto serio en la inversión, y lo ha tenido.

Contracción en cinco países de América Latina

Los recortes al pronóstico de crecimiento en México se dieron paralelamente al hundimiento de las previsiones para toda América Latina. Al menos cinco economías se contraerían este año, con lo que el estimado de crecimiento para este año cerró en 0.2 por ciento. La proyección hasta julio era de 0.6.

Entre las economías que cerrarán en números rojos están Ecuador y Argentina, que a cambio de préstamos del FMI han impulsado políticas de austeridad con una población en desacuerdo.

Manifestamos nuestras más sinceras condolencias por la persona que ha sido lastimada y la gente que ha fallecido en esa violencia en Ecuador (...) Es desafortunado que haya dificultades que tenga que enfrentar la población, pero ese es el desafío con el que tenemos que lidiar. Es un reto que enfrentan las autoridades en esos países, expresó Gita Gopinath, directora en jefe del Departamento de Estudios del organismo.

Celebró que tras la represión por el gobierno de Ecuador, que se saldó con ocho muertos y miles de heridos y detenidos, se haya llegado a acuerdos entre todas las partes.

Apoyamos a la autoridades. Estas son épocas que plantean grandes desafíos y, por tanto, quisiéramos ver que las reformas se alcancen, cumplan y tengan éxito.

En Argentina, el organismo prevé una contracción de 3.1 por ciento este año y, al hilo, una de 1.3 en 2020. En Ecuador se estima una contracción de 0.5 este 2019 y una recuperación para el próximo con un estimado de crecimiento de 0.5.