Braulio Carbajal

En la última década el gasto del gobierno federal para el pago de pensiones se ha duplicado y se prevé que seguirá creciendo a tasas aceleradas en los siguientes años, lo que poco a poco asfixia las finanzas públicas del país; sin embargo, especialistas coinciden en que se está a tiempo de realizar un cambio profundo al sistema pensionario y así evitar que se convierta en un problema mayor.

Según cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en 2018 el gobierno federal destinó 792 mil 600 millones de pesos al pago de pensiones y jubilaciones, incremento nominal de 211 por ciento respecto de los 254 mil 207 millones que se destinaron durante el ejercicio de 2008.

Para este año, según el Presupuesto de Egresos, el monto que se gastará en pensiones asciende a 877 mil 464 millones de pesos.

Desde el punto de vista de Moisés Pérez Peñaloza, experto en pensiones, México está en el comienzo de un tsunami de pensiones, toda vez que el elevado nivel de gasto en ese rubro atienda a una realidad: la carencia de un sistema pensionario profundo que haga frente a las necesidades de la población.

El gasto en pensiones irá creciendo en la medida en que un mayor número de mexicanos llegue a la edad de la jubilación y será aún más crítico en la medida en que la esperanza de vida de las personas siga en ascenso. explicó el también socio consultor de PwC.

No obstante, Bernardo González, presidente de la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro, considera que el país está justo a tiempo de realizar los cambios precisos al sistema para evitar que la bomba de las pensiones explote y afecte las finanzas públicas.

Estamos justo a tiempo, pero cada día que pasa se nos va. En dos años se retira la primera generación Afore, por lo que necesitamos una reforma antes de que eso ocurra y se convierta en un problema para esta administración y el país en general, expresó el representante de las 10 Afore que operan en la República.

El gasto del país en pensiones va dirigido a los trabajadores que comenzaron a laborar antes de 1995, cuando se cambió a un esquema de cuentas individuales. En el esquema anterior el Estado garantizaba una pensión de prácticamente la totalidad del sueldo que se tenía, mientras en el actual depende del ahorro que logre el trabajador.

Con el paso de los años la mayoría de los mexicanos están en el esquema de cuentas individuales; sin embargo, aún existen esquemas de contribución definida, sobre todo entre los trabajadores de estados y municipios, universidades y empresas paraestatales, los cuales, según especialistas, ya son insostenibles.

Abraham Vela, presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro, advirtió que los esquemas de pensiones de los organismo gubernamentales no son sustentables y están financieramente quebrados, por lo que lo idea es llevar a cabo una reforma que haga que esas instituciones migren hacia el régimen de cuentas individuales.

El presidente del organismo regulador reveló que han existido reuniones con la Secretaría de Hacienda, en las cuales se ha pedido que la posible reforma al Sistema de Ahorro para el Retiro no se limite al de cuentas individuales, sino sea de largo alcance e involucre a estados, municipios, universidades y organismos como Pemex y CFE.

Lo que tengo entendido es que se está pensando en un instituto nacional de pensiones, el cual será el encargado de ver todas las pensiones que existen en México y de buscar que todas migren a un esquema de cuentas individuales y así se deje de afectar a las finanzas públicas, señaló.