Alonso Urrutia

Ante la reticencia de dos estaciones de servicio de gasolina para ser verificadas, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) comenzó un proceso penal en su contra ante la Fiscalía General de la República. De igual forma, promovió ante la Comisión Reguladora de Energía una solicitud para la extinción de las concesiones.

Así lo dio a conocer ayer el titular de la Profeco, Ricardo Sheffield, porque algo esconden cuando no se dejan verificar. Se trata de dos estaciones que operan en Tlaxcala. Una es Servicios Santa María, de Yauhquemehcan. Incluso, está reportada otra de esa empresa. La segunda es Rahel, en San Pablo del Monte.

Durante la conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional, explicó que como parte del seguimiento a los precios de los combustibles, la Profeco ha detectado que en algunos municipios son ostensiblemente más elevados. La razón: se trata de comunidades donde no existe competencia en el suministro, lo cual favorece incrementar el costo sin incidir en las ventas.

Por ello se analiza la posibilidad de que los municipios obtengan un permiso de operación, con el fin de establecer una competencia que permita a los consumidores tener opciones y, con ello, reducir los precios.

Comentó que, en general, a partir de la difusión de los precios, han comenzado a reducir paulatinamente los diferenciales entre los que expenden más caro y más barato.