Luego de que los gobiernos de México y Estados Unidos alcanzaron el viernes pasado un acuerdo que pone fin a la intención de imponer aranceles, autoridades mexicanas deben enfocarse ahora en retirar la cuota compensatoria de 17.5 por ciento al jitomate.

Lamentablemente, por falta de cabildeo, de atención, de un día para otro se fijó ese arancel, manifestó el presidente de la Confederación Nacional de Propietarios Rurales (CNPR), Eduardo Orihuela Estefan.

Señaló que los exportadores mexicanos de jitomate se enfrentan al pago de esa cuota desde el pasado 7 de mayo, cuando el Departamento de Comercio de Estados Unidos informó sobre la eliminación del Acuerdo de Suspensión a la Investigación Antidumping.

Sostuvo que esa situación genera pérdidas millonarias para los productores, que de acuerdo con la Secretaría de Economía superan 350 millones de dólares para los exportadores mexicanos.

En el campo vemos con preocupación que temas como estos, el del jitomate, sólo por señalar un producto, que es el segundo perecedero de mayor valor en las exportaciones de México, no se les dé atención gubernamental, subrayó.

Además, reconoció la estrategia del gobierno mexicano para suspender la amenaza del cobro de aranceles –de cinco y hasta 25 por ciento– a las exportaciones de todos los productos mexicanos.

Consideró que ese resultado permitirá no sólo incrementar el superávit de más de 5 mil millones de dólares del año pasado, sino continuar la ratificación del Tratado México, Estados Unidos y Canadá.

De haberse aplicado una tarifa de 5 por ciento, indicó, el daño habría sido de unos 130 millones de pesos al día, como señaló el titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos.

Las exportaciones del sector primario de México a Estados Unidos fueron de 34 mil 255 millones de dólares el año pasado. Si separamos de la balanza comercial el rubro petrolero, casi 68 por ciento del superávit nacional depende del sector primario.