Carolina Gómez Mena

Las exportaciones de jitomate mexicano a Estados Unidos ya resienten la imposición de la cuota compensatoria de 17.56 por ciento, derivada de la eliminación del Acuerdo de Suspensión a la Investigación Antidumping.

Integrantes de la Asociación Mexicana de Horticultura Protegida (AMHPAC) y del Consejo Agrícola de Baja California, precisaron que la medida del Departamento de Comercio de Estados Unidos, ha generado que Sonora haya disminuido en 50 por ciento la exportación del producto y que los estados del centro del país ya presenten una reducción de 30 por ciento de los envíos debido a que los productores no pueden pagar el arancel.

En conferencia de prensa, Salvador García, presidente del Consejo Agrícola de Baja California, Germán Gándara y José Antonio Cruz Salazar, integrantes de la AMHPAC y María Dolores Aguirre González, abogada de los productores, sostuvieron que a tres semanas de la medida los efectos negativos se agudizan.

El pasado 7 de mayo el Departamento de Comercio de Estados Unidos decidió eliminar el Acuerdo de Suspensión. La medida arancelaria implicará un costo superior a 350 millones de dólares para el sector exportador de tomate en este año.

Resaltaron que el pago del arancel está sangrando a la industria y advirtieron que al quedarse el tomate en el país nos vamos a canibalizar, puesto que los grandes productores afectarán a los pequeños y medianos, los cuales quebrarán. El sector genera 450 mil empleos directos y cerca de un millón a millón 400 mil indirectos.

Señalaron que es urgente establecer un acuerdo, porque muchos productores no van a poder soportar más allá de dos meses de pago de esa cuota.

Ante esto, solicitaron mayor apoyo al gobierno federal en el plano diplomático y político.

El tema está enredado en lo político, no en lo técnico, por ello urgimos al gobierno a que nos acompañe, más que ayudarnos en la negociación (...) esto nos rebasa a los productores.

Los productores de tomate en el país son más de 15 mil, pero los exportadores son 700. Explicaron que al no poder exportar se queda tomate en el país, inicialmente bajan los precios, pero a la larga generará alzas, porque muchos productores abandonarán la siembra de tomate, y esto disminuirá la oferta.