Alonso Urrutia

A pesar de que los contratos para la construcción de los gasoductos que realizó la Comisión Federal de Electricidad (CFE) con tres empresas podrían ser objetados jurídicamente porque tienen una falla de origen, pues no los aprobó el consejo de administración de la CFE, el presidente, Andrés Manuel López Obrador sostuvo que hay una postura de renegociación para que no sean tan desventajosos. Busquemos una salida justa, equilibrada, que no se perjudique el interés público y tampoco salgan las empresas perjudicadas.

Documentos de la CFE dan cuenta de que el costo de la transportación de gas en licitaciones de gasoductos promedio triplica el promedio que se registra en Estados Unidos. Asimismo, la tasa de rentabilidad promedio de los gasoductos en México antes de la reforma energética era de 21.2 por ciento, lo cual se redujo a 15.5 por ciento.

Durante su conferencia matutina, López Obrador también se refirió al desempeño de las calificadoras internacionales, pues sin desmentir sus análisis, consideró que tienen un comportamiento ilógico. Ejemplificó con el caso de Petróleos Mexicanos cuando se le abandonó durante los últimos 3 años del pasado gobierno, las calificaciones mejoraron, en tanto que ahora, cuando se han determinado mayores inversiones y se abrieron 20 campos de explotación, se modifica a la baja la perspectiva.

Detalló que los contratos son muy desventajosos para la CFE por tres razones básicas: el sistema de financiamiento es desproporcionado, la comisión paga hasta 8 veces su costo; aun cuando la CFE paga por su construcción los ductos nunca pasan a ser de su propiedad, la que se mantiene en las empresas, y cuando se detiene la construcción éstas cobran multas.

La CFE informó que las empresas IEnova, Carso, TransCanada y Fermaca concentran más de 90 por ciento de los contratos para la construcción de gasoductos y que el gobierno mexicano los considera leoninos.

La construcción de algunos ductos a cargo de estas empresas está detenida por caso fortuito o de fuerza mayor.