Brasilia. Goldman Sachs recortó ayer su pronóstico de crecimiento para la economía mexicana en 2019, a 1.5 por ciento de 1.7, citando un débil impulso doméstico y el deterioro del panorama internacional.

Asimismo, redujo sus pronósticos para otros países del continente, como Brasil (ajustado de 2.6 por ciento a 2.2) y Chile (de 3.6 a 3.4), y bajó su panorama para las tasas de interés en toda la región.

“El impulso del crecimiento a fines de 2018 y comienzos de 2019 ha sido más débil de lo esperado en varias economías grandes –Argentina, Brasil y México–”, señaló un equipo de economistas de Goldman para América Latina basado en Nueva York.

El equipo hizo referencia a que persistentes incertidumbres políticas, una demanda externa más débil y varios factores idiosincráticos lo llevó a rebajar sus proyecciones de crecimiento para ciertas economías de la región, destacando las dos mayores: Brasil y México.

Por otra parte, de acuerdo con Goldman Sachs, un crecimiento lento, el cambio de grandes bancos centrales a una política monetaria más moderada y las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China debilitarían la expansión de América Latina, por lo que cualquier plan en la región para endurecer la política monetaria sería postergado.

Resultado de una actividad más débil y como se ha reflejado en el giro de los grandes bancos centrales, las presiones inflacionarias también han bajado.

La política monetaria en América Latina será más expansiva de lo esperado previamente, subrayó Goldman Sachs.

El cambio en el pronóstico para México fue mayor. Asumiendo que el peso no se vuelva muy volátil, la institución espera que el banco central recorte sus tasas en 0.75 puntos porcentuales en la segunda mitad de este año, a 7.5 por ciento.

No descartamos que el primer movimiento ocurra en la reunión de agosto, incluso en la de junio, especialmente si la caída del crecimiento es más profunda de lo esperado, apuntó.