Las remesas mundiales crecieron 7 por ciento durante 2017, al sumar 613 mil millones de dólares, apoyadas en el fuerte repunte que registraron en los países de bajo y mediano ingresos, informó ayer el Banco Mundial (BM).

Este favorable momento continuará en 2018, aunque a un paso desacelerado, ya que el BM anticipa que las remesas globales –incluyen flujos a países de alto ingreso– crecerán 4.6 por ciento para colocarse en 642 mil millones de dólares.

De acuerdo con el reporte Migración y remesas, las transferencias hacia los países de ingresos bajo y medio tuvieron el año pasado un fuerte repunte, después de dos años de bajas consecutivas.

El año pasado los envíos de dinero a ambas regiones alcanzaron 466 mil millones de dólares, aumento de 8.5 por ciento respecto de 2016, apoyado por el favorable crecimiento económico de Europa, Rusia y Estados Unidos, así como por precios más altos del petróleo. Se espera que suban alrededor de 4 por ciento este año, para llegar a 485 mil millones.

Los mayores receptores en términos absolutos fueron India, con 69 mil millones de dólares, seguido de China (64 mil millones), Filipinas (33 mil millones), México (31 mil millones), Nigeria (22 mil millones) y Egipto (20 mil millones).

El alza para México significó un aumento de 6.6 por ciento y fue impulsada por el fuerte crecimiento de Estados Unidos –principal punto de origen de esos flujos–, así como por el endurecimiento en la aplicación de las leyes migratorias.

De acuerdo con el reporte, los migrantes mexicanos están trasladando sus ahorros a su país, en anticipación de una corta estadía en Estados Unidos.

Las remesas a América Latina y el Caribe alcanzaron 80 mil millones de dólares, para un crecimiento de 8.7 por ciento.

El promedio mundial para enviar 200 dólares era de 7.1 por ciento en el primer trimestre de 2018, tarifa por encima del nivel óptimo, según el BM.