Roberto González Amador

Los inversionistas que aportaron el fin de semana anterior mil 500 millones de dólares para financiar el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAICM) fueron advertidos de riesgos en el proyecto, relacionados con la volatilidad por la elección presidencial, el cambio de gobierno y la oposición de las comunidades donde se construye la terminal, señala un documento oficial.

Los riesgos que fueron comunicados a los inversionistas están relacionados con la necesidad de financiamiento para la construcción e inicio de operaciones del NAICM, el cual podría resultar mayor a los fondos disponibles, lo cual pudiera afectar o demorar su construcción o el inicio de operaciones, establece el Prospecto de colocación de certificados bursátiles fiduciarios de inversión en infraestructura en energía e infraestructura (Fibra E). Con este mecanismo, inversionistas, entre ellos los fondos de pensión, aportaron 30 mil millones de pesos –unos mil 500 millones de dólares– para financiar la terminal.

El prospecto de colocación identifica los riesgos potenciales que enfrentan los inversionistas que canalizaron sus recursos al proyecto. Se trata de un documento que todos los emisores de acciones o de deuda en el mercado accionario mexicano deben elaborar para detallar el proyecto e identificar los riesgos que enfrenta.

En el documento relacionado con la operación que permitió al NAICM el viernes pasado captar los recursos para continuar financiando la obra se establece que el costo total es de 13 mil cien millones de dólares. De esa cantidad, un 36 por ciento será aportado por el gobierno federal y reservado en compromisos presupuestales plurianuales de México que están sujetos a la aprobación del Congreso de la Unión sobre una base anual y se espera que el resto sea obtenido de financiamientos privados, establece el prospecto.

Añade: La falta de fondos del gobierno por cualquier motivo, incluyendo las condiciones macroeconómicas o la volatilidad política como resultado de las próximas elecciones presidenciales de México en 2018, puede causar un retraso en la construcción y terminación del nuevo aeropuerto si los fondos disponibles derivados del financiamiento privado no son suficientes para seguir financiando el proyecto.

También señala que los cambios económicos, políticos y sociales en México podrían afectar el negocio y los resultados de operaciones de los concesionarios.

En el aspecto social plantea que la construcción, el desarrollo y la operación de la terminal pueden ser afectada por conflictos y desacuerdos con comunidades locales vecinas al sitio de construcción o decisiones políticas del gobierno federal en turno.

El sitio de construcción está situado cerca de comunidades que pueden considerar perjudicial el proyecto. En circunstancias extremas, el desarrollo del nuevo aeropuerto puede ser un foco para disturbios civiles. Cualquier desacuerdo o deficiencia relacionada con una debida consulta con las comunidades podría causar retrasos o interrupciones. Los manifestantes han tomado medidas en el pasado para perturbar el desarrollo de proyectos de infraestructura en la región, y pueden seguir haciéndolo en el futuro, dice.

Establece que la percepción pública de la obra podría ser afectada debido a la cobertura de prensa relacionada con el proceso de contratación de la obra y del proyecto en general.

Asegura que “ciertos medios de comunicación han publicado artículos y notas críticas relativas al nuevo aeropuerto, incluyendo notas relacionadas con los costos relacionados con el proyecto y el proceso de la asignación de contratos para la planeación y construcción.

Esos artículos no están bajo el control del emisor ni de los concesionarios. Esas publicaciones podrían tener un efecto negativo sobre la percepción pública de la operación del aeropuerto existente y de la construcción. No es posible asegurar que no habrá cobertura negativa respecto al Sistema Aeroportuario de la Ciudad de México, ni que dicha cobertura no afecte la construcción, u operación del nuevo aeropuerto o el valor de los certificados bursátiles emitidos para financiar la obra.