Juan Carlos Miranda

La empresa mexicana Codisa Corp Energy denunció una serie de irregularidades que, según sus directivos, la tienen al borde de la quiebra, en la construcción de un megaparque solar en Coahuila, considerado el segundo en tamaño a escala mundial y que según medios locales inaugurarán hoy el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, y el gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís.

Augusto Savir Ruiz López, director de Codisa Corp Energy, explicó en entrevista que el proyecto fue licitado en la primera subasta eléctrica de largo plazo celebrada en 2015 y fue adjudicado a la empresa italiana Enel Green Power, que a su vez contrató a la firma española Prodiel-Novamper para el desarrollo de las obras.

La compañía española contrató a la mexicana Codisa para quitar la maleza y nivelar el terreno donde se colocarían los más de 2.3 millones de paneles solares que generarán electricidad para 1.3 millones de hogares.

Sin embargo, Ruiz López asegura que la firma española se retrasó en los pagos hasta que Codisa decidió suspender labores cuando ya llevaban 80 por ciento de avance, debido a que Prodiel no sólo negó el pago, sino que ante el reclamo ordenó a su personal de seguridad impedir el paso a la compañía mexicana.

Explicó que al hacerlo, algunos de los 120 tractores que Codisa había arrendado para llevar a cabo la obra se quedaron dentro del parque, por lo que el adeudo por la renta del equipo (que permaneció sin usarse) creció.

Denuncia penal

Por estos hechos Codisa presentó una denuncia penal ante una agencia del Ministerio Público en Matamoros, Coahuila, por el secuestro de los equipos.

Según el empresario, el adeudo acumulado que tiene Prodiel-Novamper con su compañía asciende a 9.2 millones de dólares.

Savir Ruiz considera que se trata de una estrategia de la empresa para ahorcar económicamente a los proveedores y luego forzarlos a que reciban un pago menor al trabajo que realizaron.

El abogado de Codisa, Alejandro Gutiérrez, indicó que la reforma energética no beneficia, no genera trabajo, a las empresas mexicanas que subcontratan, las explotan y extorsionan.

Consultada sobre tales señalamientos, la empresa Prodiel-Novamper resaltó, a través de su asesor corporativo Luis Miguel Ramírez, que los contratos tienen una cláusula de confidencialidad que impide hacerlos públicos.

La Jornada buscó la posición de Enel Green Power, pero no obtuvo respuesta.