La decisión del presidente estadunidense, Donald Trump, de imponer aranceles a las importaciones de acero y aluminio podría desatar represalias de otros países y provocar consecuencias imprevistas, dijo ayer el jefe de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Sabes cómo empieza, pero no cómo termina cuando los países se involucran en represalias, expresó el director general de la OMC, Roberto Azevedo, a periodistas tras una reunión con el presidente brasileño, Michel Temer.

Brasil ha dicho que buscará la exención de los aranceles recién impuestos.

El ojo por ojo puede inducir a veces a guerras comerciales que no benefician a nadie, señaló Azevedo, quien pidió un enfoque multilateral en lugar de muchas acciones bilaterales.

Donald Trump anunció la semana pasada que impondría aranceles de 25 por ciento al acero y de 10 por ciento al aluminio, por lo que los países han tratado de negociar exenciones o considerar medidas de represalia.

Azevedo informó que Brasil estaba explorando alternativas para responder a los aranceles.

Brasil, segundo mayor proveedor de acero de Estados Unidos después de Canadá, sigue abierto a un diálogo para llegar a un acuerdo con Estados Unidos y está hablando con otros países para conocer qué medidas están considerando, indicó.

Azevedo señaló que no sabía si Brasil recurriría al mecanismo de resolución de disputas de la OMC, pero que no lo había ­descartado.