Roberto González Amador

Para distribuir riqueza, primero hay que crearla, enfatiza

Tras señalar que los bancos no están para influir en las elecciones, admite que los comicios presidenciales son un riesgo para el país en este año; resalta que México ya no depende el TLCAN para consolidar su modelo de economía abierta y de mercado; los resultados del acuerdo ya se dieron, apunta

El director de HSBC en México, Nuno Matos, ejemplificó que cuando el tipo de cambio se depreció, las exportaciones crecieron a doble dígito y eso es una prueba clara de que la economía mexicana, al ser abierta y tener un tipo de cambio flexible, encuentra formas muy rápidas de ajustarseFoto José Antonio López

Las reformas económicas puestas en práctica en los pasados años no tienen un carácter partidista, afirma Nuno Matos, director general de la filial en México de HSBC.

Se refiere en específico al proceso que este año llevará a la renovación de la Presidencia de la República y, aunque afirma que los bancos no están para influir en las elecciones, sostiene que revisar el conjunto de reformas impulsadas por el actual gobierno sería un error grave.

Es fundamental entender que para distribuir riqueza primero hay que crearla y, para generarla, se debe tener estabilidad, resalta Nuno Matos en una entrevista con La Jornada, a propósito de la 81 Convención Bancaria, que se realizará la próxima semana en Acapulco, Guerrero, a la que están invitados los seis candidatos presidenciales.

La economía mexicana, considera, ha mostrado capacidad de resistir a una serie de choques externos “y eso es algo que tenemos que empezar a entender.

Al ser una economía abierta, encuentra sus ajustes de forma muy rápida. El tipo de cambio se depreció y las exportaciones crecieron a doble dígito y eso es una prueba clara de que la economía mexicana, al ser abierta y tener un tipo de cambio flexible, encuentra formas muy rápidas de ajustarse lo que permite que cruce momentos de volatilidad, tanto internos como externos, con mayor facilidad y con menos dolor.

Buenas perspectivas

Hacia adelante, prevé, México acelerará su crecimiento. Lo hará, asegura, basado en dos elementos fundamentales: las reformas impulsadas por el gobierno del presidente Enrique Peña, que han tenido resultados mixtos, pero positivos; y un mayor dinamismo de la economía mundial que, como no hacía desde hace muchos años, crece de manera coordinada.

En 2018 y 2019 México acelerará su crecimiento. La renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y las elecciones presidenciales de este año seguramente van a tener un impacto, son elementos estructurales importantes, anota.

Cree que en los próximos tres meses habrá noticias positivas respecto de la renegociación del pacto comercial con Estados Unidos y Canadá. Aunque, admite, hay un riesgo de que eso no ocurra.

El mensaje que quiero dejar es muy sencillo: México ya no depende del TLCAN para poder consolidar su modelo de economía abierta y de mercado, y eso es fundamental entenderlo. El tratado fue muy importante y la gran mayoría de los resultados de ese acuerdo ya se han dado. Las cadenas de valor están montadas y, con o sin acuerdo, no van a ser desmanteladas. Hoy el pacto comercial es menos importante de lo que fue hace 24 años cuando se firmó.

–Mencionó también el tema electoral.

–Soy de los que dice que los bancos no están para influir en las elecciones ni para elegir presidentes, obviamente. Nos toca trabajar con el entorno político que exista. Estoy convencido que el próximo presidente hará lo mejor por los mexicanos. Sin duda creo que hay tres o cuatro condiciones fundamentales y es en ese sentido que debemos decidir.

Enumera:

Es fundamental entender que las reformas estructurales no son partidistas, son del país y por lo tanto revisarlas sería un error grave. Segundo, es fundamental entender que para crear riqueza hay que tener estabilidad, que para distribuirla primero hay que crearla. La estabilidad es un valor fundamental de un mercado. Un tercer elemento es que el estado de derecho tiene que ser significativamente reforzado. Sin duda que esta administración ha tomado pasos importantes en ese sentido, pero también hay que reconocer que hay mucho por hacer en México para asegurar que la ley sea cumplida.

Foto

México acelerará su crecimiento por las reformas estructurales y un mayor dinamismo de la economía mundial, aseguró el directivoFoto José Antonio López

–¿Cree que el efecto de las reformas económicas en el crecimiento fue sobrestimado?

–No se debe esperar que el mundo cambie al día siguiente. El mercado probablemente esperó un impacto de corto plazo que era irrealista porque todas las reformas estructurales tienen que ver con múltiples elementos, de mercado y culturales. No es justo pensar que se modifica la estructura de un edificio hoy y que todo es diferente al día siguiente. Claramente se esperó algo que era imposible lograr. Y por otro lado hay que reconocer que, en el caso de la energética, nadie preveía que el precio del petróleo cayera a casi una cuarta parte de lo que costaba.

“El valor de las reformas es justamente eso: cambiar el crecimiento de México de forma estructural y eso se da por definición en corto, mediano y largo plazos. Por lo tanto, cualquier tipo de tentación de eliminar esos cambios es una modificación de rumbo negativo para el país.

Todo es mejorable y eso es trascendente que se entienda. Estas reformas estructurales fueron muy importantes. No quiere decir que no exijan otros cambios, que no demanden refinamien-tos, ajustes en sí mismos, pero regresar es colocar a México para atrás. Hacerlo sería ir en contra del beneficio de 125 millones de mexicanos.

–¿Para los siguientes años el crecimiento del crédito será generado por las personas que ya forman parte del sistema bancario o por la incorporación de nuevos usuarios?

–Tendrá que ser por los dos. México no puede seguir conviviendo con 50 millones de personas usuarias de servicios bancarios y una cifra idéntica de población no bancarizada. La velocidad con que México logre formalizar la economía y bancarizar su economía es una de las variables que van a determinar el crecimiento sustentable de México.

“En la medida que el país pueda traer más de esos millones de personas al sistema formal va a provocar múltiples impactos positivos, ya que éste es más productivo que el informal, más eficiente, paga impuestos que permiten hacer inversiones públicas en servicios y en productos para la población, y eso a su vez alimenta el crecimiento.

Por el pago electrónico

–¿Qué frena la incorporación de más personas a la economía formal?

–Voy a hablar desde el lado de la banca: asegurar que cada vez más todos los pagos entre empresas, clientes y proveedores; entre las personas y las tiendas; consumidores y empresas, se hagan de forma electrónica es por definición un incentivo a la formalización. Asegurar el crecimiento de los pagos electrónicos es una contribución importante a la formalidad.

–¿Cuáles son los riesgos, visto desde la banca, que se enfrentan en el siguiente par de años?

–La banca provee financiamiento a la economía. Reglas claras y estables reducen el riesgo de los bancos, lo que significa claramente un menor costo del crédito para las empresas y las personas. Esto es absolutamente fundamental.

“Economías que tengan reglas claras, por definición, tienen sistemas mucho más baratos de financiación. Hacia adelante, este año, están los dos elementos que hemos mencionado: el TLCAN y las elecciones. Sin duda también es importante la reforma fiscal en Estados Unidos, que aquí se ha leído de la manera correcta y no tendrá una presión negativa hacia México.