El estadunidense, maestro de negocios en la Universidad de Chicago, tiene varios premios por sus estudios

El profesor de la Universidad de Chicago, Richard Thaler, ayer, durante una recepción en esa escuela, luego de que supo su designación como ganador del Premio Sveriges Riksbank (Banco Nacional Sueco) en Ciencias Económicas, en memoria de Alfred Nobel. El galardón consiste en 9 millones de coronas suecas (1.1 millones de dólares)

La Academia Sueca de las Ciencias reconoció este lunes a Richard Thaler, profesor de la Escuela de Negocios Booth de la Universidad de Chicago, con el Premio Nobel de Economía, por su comprensión de la sicología en esa materia”, que demuestra que las decisiones de las personas en temas económicos no siempre son racionales.

Las contribuciones de Thaler han construido un puente entre los análisis económicos y sicológicos de la toma individual de decisiones”, dijo el comité, al anunciar el galardón de 9 millones de coronas suecas (1.1 millones de dólares).

Thaler es un pionero en economía conductual, campo en el que se aplican las ideas de la investigación sicológica en la toma de decisiones económicas, señaló la academia.

Esto incorpora análisis más realistas de cómo piensa y se comporta la gente cuando toma decisiones económicas, agregó. Apuntó que el trabajo de Thaler ha ampliado el análisis en la materia al considerar tres aspectos sicológicos: racionalidad limitada, percepciones sobre justicia y falta de autocontrol.

Thaler ya ha recibido varios premios por su contribución a la economía del comportamiento, señaló el jurado.

Creo que el impacto más importante (de mi investigación) es el reconocimiento de que los agentes son humanos y los modelos económicos deben incorporarlo, dijo Thaler en televisión.

Thaler señaló en conferencia de prensa que le gustaría usar el dinero en forma consistente con su trabajo. Diré que trataré de gastarlo tan irracionalmente como sea posible.

En un artículo en The New York Times, Thaler subrayó que un problema importante con las teorías económicas tradicionales es que los expertos en la materia descartan todos los factores que no afectarían el pensamiento racional de una persona. Se supone que estas cosas son irrelevantes. Pero desafortunadamente para la teoría, muchos factores supuestamente irrelevantes sí importan.

Es autor junto con Cass Sunstein del libro Nudge, que se centra en la forma en que los gobiernos pueden ayudar a sus ciudadanos a tomar buenas decisiones sin coerción. Por ejemplo, convirtiendo a todos en donantes de órganos mediante sus licencias de conducir, a menos que la persona se excluya específicamente del sistema. La teoría ha ganado muchos adeptos en algunos países.

El ex primer ministro británico David Cameron tenía una unidad especial de nudge (empujoncito, en inglés), y Sunstein forma parte en la actualidad de la oficina de información y regulación de la Casa Blanca.

La falacia de la buena racha

Thaler apareció fugazmente, junto con la estrella del pop Selena Gómez en la película The Big Short, que aborda la crisis económica mundial. En la escena, explica qué es la falacia de la buena racha, en la que la gente cree que lo que esté pasando ahora seguirá sucediendo en el futuro.

En 2008, Thaler fue coautor de un documento que examina las opciones que enfrentan los concursantes de juegos en programas de televisión como Deal or No Deal, en el que expone cómo los primeros resultados influyen posteriormente en el juego.

El año pasado los ganadores del Nobel de Economía fueron el estadunidense Oliver Hart y el finlandés Bengt Holmström, por su contribución a la teoría de los contratos.

Los economistas de Estados Unidos dominan claramente la lista de premios desde la primera concesión del Nobel en Economía en 1969.

El premio, oficialmente denominado Sveriges Riksbank (Banco Nacional Sueco) de las Ciencias Económicas en Memoria de Alfred Nobel, fue establecido en 1968. No formaba parte del grupo original de galardones que el magnate creador de la dinamita dejó escritos en su testamento de 1895.

Este premio es ampliamente considerado igual a los demás Nobel y el ganador asiste al famoso banquete de presentación.