José María Carmona
Muchos temas están en la agenda nacional y en la local, pero obligado es analizar los resultados electorales del pasado domingo en los estados de México y Coahuila; por lo que se refiere al segundo no hay mucho que decir, solo agregaremos las pugnas entre los partidos de la 4T que presentaron cada quien candidatos a la gubernatura cuyo resultado es ampliamente conocido.
Por lo que se refiere al Estado de México y los resultados obtenidos principalmente por la coalición “Juntos hacemos historia” conformada por Morena, el PT y el Partido Verde cuya candidata fue Delfina Gómez Álvarez quien obtuvo el 52.6 por ciento de la votación emitida frente Alejandra Del Moral que tan solo obtuvo el 44. 3 por ciento de la votación.
El triunfo de la maestra Delfina Gómez y en particular de Morena es un “triunfo con sabor a derrota”, porque cuando se analiza la votación por partido Morena sale muy mal parada ya que solo obtuvo el 35 por ciento de la votación emitida porque todo representa a 16.6 de la lista nominal de electores.
Esto significa que tomando en cuenta una participación del 50.1 por ciento; en este sentido los partidos que salen ganando es el Verde con una votación del 10 por ciento y el PT con 7.4 de la votación total emitida, con lo que aumentan su poder de negociación frente a Morena para los procesos electorales del 2024.
El resultado electoral del pasado domingo tiene un significado importante porque los ciudadanos mandaron un mensaje político contundente a los partidos políticos cuando el 50 por ciento de los ciudadanos con derecho a votar se quedaron en casa o más bien abstuvieron de participar como un acto de repudio tanto para Morena y sus aliados como para la Coalición Va por México lo que significa políticamente que el sistema de partidos y más el régimen de partido único que impulsa López Obrador está agotado o en una profunda crisis y que la famosa oposición electoral tampoco representa una alternativa para las aspiraciones y demandas económicas y sociales de la mayoría de la población, particularmente de los trabajadores y amplios sectores populares, así como de la clase media.
Como se dijo alguna vez en este espacio en descontento de los ciudadanos rebasó al sistema de partidos políticos, ya que estos no se identifican con ningún partido político ni tampoco esperan algo a cambio para mejorar el deteriorado nivel de vida de la mayoría de los mexicanos.
Por su parte, los partidos que conforman la mal llamada oposición que está conformada por el PAN, el PRI y el desecho político de lo que ahora es el PRD tampoco se presenta ante los ciudadanos o el pueblo de México como alternativa a todos los problemas nacionales empezando por la violencia, la inseguridad y la carestía de la vida, así como el incremento de la pobreza y la desigualdad social.
Tampoco la oposición electoral como también se dijo en este espacio quiere poner a disposición de las causas y necesidades democráticas ciudadanas sus registros como partidos políticos para que en el proceso electoral del 2024 que ya comenzó de hecho el candidato o candidata y demás sean ciudadanos comunes y corrientes o trabajadores entre los cuales deberían estar las víctimas de la violencia mediante la celebración de una Asamblea Nacional Democrática, donde los partidos no pongan absolutamente ninguna condición ni tampoco impongan un programa de gobierno.
Pero al mismo tiempo todos los sectores de trabajadores y populares independientemente de todo deben de empezar a discutir una posición política frente al proceso electoral del 2024 que ya llego para ver la posibilidad de conformar una candidatura independiente con un programa político de gobierno al servicio de los trabajadores y sectores populares, estos no deben de confiar en absoluto en las promesas incumplidas tanto de Morena como del PRI, el PAN y el PRD. Que se expresaron claramente el pasado domingo y que seguramente estarán presentes en el 2024, es por ello que López Obrador llamó a sus corcholatas a cerrar filas frente al triunfo electoral obtenido con sabor a derrota.