En julio, la inflación general se ubicó en 4.8% anual, desde 5.1% en junio, la menor desde marzo de 2021. A tasa mensual, el incremento de los precios fue de 0.48%, cifra superior al promedio histórico de los 15 años previos, de 0.40%. Por componentes, la inflación subyacente disminuyó a 6.64% desde 6.89% en junio, principalmente por los menores precios en mercancías, ya que la inflación en servicios se mantuvo prácticamente sin cambios respecto al mes previo. En su medición mensual, la inflación subyacente aumentó a 0.39%, colocándose por arriba del promedio histórico de los 15 años anteriores, de 0.29%. En tanto, la inflación no subyacente se colocó en -0.67% desde -0.36% de junio, la cifra más baja desde abril de 2020. Para el resto del año, estimamos que se mantenga la mejoría gradual de las perspectivas inflacionarias, principalmente para el componente subyacente, a medida que la actividad económica se desacelere y la inflación general continúe disminuyendo. Entre los riesgos al alza consideramos un mercado laboral apretado, la persistencia de la inflación de servicios y la posibilidad de que el componente no subyacente regrese a su promedio histórico más rápido que lo previsto. Mientras que, en los riesgos a la baja se colocan una mayor desaceleración en la actividad económica y efectos mayores a los estimados por la apreciación del peso. Seguimos estimando una inflación general y subyacente de 4.7% y 5.1% para el cierre de 2023 respectivamente, con riesgos equilibrados.
La inflación continúa a la baja, persisten presiones en la de servicios
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- Categoría: Indicadores Económicos y Financieros
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