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Categoría: Analístas Invitados
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Publicado el Martes, 14 Noviembre 2017 10:54
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José Blanco
El periodista Jonathan Ernst, publicitado por Reuters, escribió hace unos días: “dos de las revistas de corte liberal más influyentes de Estados Unidos y Gran Bretaña, calificaron al presidenciable Andrés Manuel López Obrador de ‘populista de izquierda’”. Esas influyentes, hablando desde su tonto pedestal imperial, son The Economist y The Atlantic que publicaron, respectivamente, los artículos El salvador populista de México puede ser demasiado bueno para ser cierto y El candidato presidencial de México no entiende su modelo a seguir. Una corrección para Ernst: esas nefastas publicaciones no son liberales ni en el corte, sino neoliberales. Liberales y neoliberales tienen muchas cosas en común, en la economía y en la política, pero también tienen una diferencia absolutamente decisiva: el liberalismo surgió en lucha contra la monarquía absoluta; los neoliberales surgieron en los años 30 del siglo pasado en lucha a muerte contra el Estado social, aunque en aquellos años estaban en minoría. Los liberales abrieron una puerta hacia el futuro, dejando atrás la servidumbre, o la esclavitud en el caso de Estados Unidos. Los neoliberales dieron muchos pasos hacia atrás, al cancelar derechos sociales múltiples, recortando salarios y pensiones, recortando impuestos en favor de los ricos y restringiendo severamente la democracia, no sólo con trampas de toda clase en el ámbito electoral sino, sobre todo, organizando una sociedad hecha para la rapiña, la corrupción y el consumismo depredador. Pero los gobernantes de aquí y de allá, neoliberales, creen que pueden hacernos creer que el mundo de hoy es el único posible. Oigan, si no, a Peña Nieto, a Videgaray, a Nuño, a Meade, a ¡Enrique Ochoa!, y todos los de su especie que, acaso, mandaron hacer los articulejos señalados; sus autores dicen las mismas sandeces que, como loros contumaces, repiten esos nuestros gobernantes.
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