Iván Restrepo

Al lunes pasado afirmé aquí que en el accidente en la planta petroquímica Pajaritos, en Coatzacoalcos, murieron 13 trabajadores. Fueron 32. Agrego a esta tragedia nuevos datos: las instancias oficiales de salud y medio ambiente no estudiaron las posibles afectaciones que dos sustancias altamente tóxicas y persistentes (di­oxinas y furanos), originados en el accidente, pudieron causar a quienes laboraban en dicho complejo y a la población. También se desconoce el fruto de las investigaciones que las autoridades prometieron para saber el origen de la tragedia.

Podría hoy referirme a los asuntos que sobre el medio ambiente La Jornada publicó la semana anterior. No lo haré para destacar otros que rayan en la picaresca y el cinismo. Por ejemplo, la reaparición de un dinosaurio de la Iglesia católica que fue obispo de Ecatepec, uno de los municipios más pobres e inseguros del país. A Onésimo Cepeda lo entrevistó Adela Micha en su nuevo programa de televisión. Y el obispo que dedicó más su tiempo a erigir una faraónica catedral, a pasarla bien rodeado de sus amigos ricos y de toreros, que atender su feligresía, dijo que para 2018 desea que se siente en la silla uno que robe poco.... que sea eficaz, eficiente, que se preocupe por los pobres y no se robe mucha lana. Negó ser del Partido Revolucionario Institucional (PRI) porque sufre de daltonismo, y que el Estado laico es una jalada. Entiendo por jalada, no una masturbación, sino una frase coloquial que los mexicanos entendemos. Aseguró no hacer política ni criticar los matrimonios igualitarios: Yo digo que cada quien haga con su cucú aquello que le plazca, mientras no se meta con el mío.

Cepeda se sumó así a Hilario Ramírez, Layín, alcalde de San Blas, Nayarit, quien en 2014 declaró que le gustaba mucho el dinero y que robó poquito, nomás una rasudarita, pues estaba bien pobre, pero lo que robo con ésta le doy dinero a los pobres. Célebre por sus fiestas (la de su cumpleaños costó 15 millones de pesos) y la falta de respeto a las mujeres, Layín quiso la gubernatura de Nayarit como candidato independiente. Por fortuna, no tuvo éxito. Pero sí en robar un poquito, como sugiere el inefable Onésimo.

Norberto Rivera cumplió la edad de jubilación cardenalicia, 75 años. En vez de hacerlo en medio de reconocimientos, le llueven las denuncias por proteger curas pederastas, apoderarse del mayor santuario de la Iglesia en América Latina para controlar las limosnas, y defender al depredador Marcial Maciel. Casi al mismo tiempo murió el arzobispo Chedraoui, de la iglesia católica apostólica ortodoxa de Antioquía, con poquísimos fieles en México. Lamentaron su muerte empresarios y políticos. El presidente Peña Nieto acudió a su velatorio. El arzobispo no realizó obras importantes en favor de sus ovejas, ni de los pobres. Y se opuso a la legislación para permitir el aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo. Al banquete que organizaba para celebrarse su cumpleaños, asistían funcionarios, políticos y empresarios poderosos, que le pagaban el convite.

A Omar Fayad, gobernador de Hidalgo, lo consideran los analistas políticos oficiales, el rostro fresco del nuevo PRI. Como el presidente Enrique Peña Nieto definió a otros hoy con cuentas pendientes con la justicia: los ex gobernadores Roberto Borge y Javier y César Duarte. A Fayad no lo acusan de enriquecimiento ilícito, pero sí de despilfarrar el dinero público, pese a que prometió ejercer su cargo con austeridad. El columnista Rubén Cortés divulgó en el periódico La Razón lo que Fayad gastó en corbatas, papelería mascadas, invitaciones y otras tonterías para los invitados a su toma de posesión en septiembre pasado: casi 700 mil pesos. Y en la ceremonia del Grito de Independencia, 14 millones.

Ese dinero supera lo que al año reciben la Universidad Politécnica de Huejutla, El Colegio del Estado de Hidalgo, la Universidad Intercultural y la Politécnica de Energía. Además, Cortés destaca lo que ya hemos dicho aquí: Hidalgo es, junto con el estado de México, paraíso de la contaminación y la no observancia de lo acordado por la Comisión Ambiental Metropolitana para mejorar la calidad del aire.

Finalmente, sí espían a Peña Nieto, y él no sabe quién lo hace...