José Antonio Román

El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) puso a disposición del público en general el expediente científico sobre el glifosato, el cual sintetiza y expone las afectaciones ambientales y los daños a la salud relacionados con la exposición a este herbicida, así como el uso y consumo de semillas transgénicas.

En el documento se indica que el glifosato ha tenido un aumento exponencial en su uso desde la década de los 90 del siglo pasado, en la siembra y comercialización de maíz, algodón y soya genéticamente modificado (GM), y que la mitad de su uso global está vinculado directamente con los cultivos transgénicos.

La publicación del estudio Expediente científico sobre el glifosato y los cultivos genéticamente modificados se da en medio de las posiciones encontradas que han expresado diversas organizaciones agropecuarias, de productores, campesinos y no gubernamentales en torno al anteproyecto de decreto presidencial sobre el herbicida, publicado hace tiempo por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.

Además, muestra los resultados de investigaciones científicas que han confirmado la presencia de glifosato en los fluidos corporales de infantes, adolescentes y adultos en nuestro país, así como de alimentos elaborados con base en el maíz, en los que se detectaron transgenes y que son de consumo cotidiano y de fácil acceso, por ejemplo, tortillas y cereales para el desayuno, señala el texto.

Actualmente, cerca de 50 por ciento del uso global de glifosato en la agricultura se destina a cultivos transgénicos. La expansión de los cultivos GM ha aumentado 113 veces en volumen desde 1996.

Señala que se ha detectado glifosato en fluidos (leche materna, sangre y orina) de agricultores y sus familias en el mundo; en México, particularmente en infantes, adolescentes y adultos de comunidades de los estados de Campeche, Yucatán y Jalisco.

El caso más reciente se detectó en la comunidad El Mentidero, en Autlán, Jalisco, donde se analizó la orina de 93 niñas y niños de prescolar y primaria, así como 53 de secundaria; 100 por ciento de las niñas y niños tuvieron rastro de herbicidas en su orina y la sustancia más recurrente y peligrosa encontrada fue el glifosato.

El estudio señala que también se ha reportado la presencia de glifosato como contaminante en aguas costeras de la Península de Yucatán, particularmente en las cercanas a los sitios en donde hay mayor concentración de zonas agrícolas; también en mantos subterráneos que son usados para beber en localidades de Hopelchén, Campeche, y en cuerpos acuíferos de Chiapas, algunos de estos se hallaron dentro de áreas naturales protegidas.