Ángeles Cruz Martínez

Analizan expertos la crisis sanitaria en foro convocado por PNUD

La pandemia de Covid-19 debe servir para replantear el sistema de salud en México y asegurar la rectoría del Estado. Ahora es evidente su debilidad en situaciones como en que no hay tratamientos iguales para los enfermos. Vemos con espanto la irracionalidad en el uso de medicamentos sobre los cuales no hay evidencia de su beneficio, advirtió Cristian Morales, representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

En conferencia convocada por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), con motivo del lanzamiento del informe Desarrollo humano y Covid-19 en México: desafíos para una recuperación sostenible, especialistas comentaron su perspectiva sobre los cambios que se deben impulsar en el sector salud.

La politóloga Laura Flamand advirtió que debe aumentar la inversión pública, que en la actualidad equivale a 2.8 por ciento del producto interno bruto (PIB) y debería ser de 6 por ciento, por lo menos.

No es suficiente optimizar el uso de los recursos disponibles, pues se deben resolver problemas como el desembolso que realizan las familias para la atención de enfermedades, el conocido gasto de bolsillo, que representa 41 por ciento de la inversión en salud del país.

El dinero adicional también hace falta para solucionar el déficit de recursos humanos. Se requiere formar a 120 mil médicos. Advirtió que la pandemia de Covid-19 complicó la construcción del nuevo sistema sanitario, que desde antes enfrentaba dificultades, por lo que consideró la falta de certidumbre que generó la desaparición del Seguro Popular y la creación del Instituto de Salud para el Bienestar.

Cristian Morales sostuvo que el desafío del Covid-19 debe convertirse en oportunidad de cambio para la salud en el país. Reconoció que a pesar de las añejas deficiencias en los servicios, el gobierno mexicano ha podido evitar el colapso de los hospitales.

En una nueva etapa de la pandemia, las autoridades iniciaron una estrategia de prevención y detección del coronavirus, con base en la atención primaria a la salud. Debe servir para acelerar la transformación del sistema sanitario y garantizar que el primer nivel de atención tenga capacidad resolutiva con el fin de combatir las enfermedades crónicas que han complicado la atención del coronavirus, indicó.

Ante la pregunta sobre las opciones del país con los recursos disponibles, Héctor Villarreal, director del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, planteó que se debe considerar la participación del sector privado y perder el miedo a etiquetar para salud los recursos obtenidos mediante impuestos especiales.