Enrique Méndez

El subsecretario de Gobernación, Ricardo Peralta, sostuvo que el enfrentamiento en Villa Unión, Coahuila, que ha dejado un saldo de 22 muertos, es parte de la herencia maldita de gobiernos anteriores.

Sostuvo que el gobierno no busca el enfrentamiento con la delincuencia, pero que en este caso fue inevitable y que la realidad de violencia en el país se pretende enfrentar con inteligencia y atacando los orígenes de la inseguridad, que viene de muchos años atrás.

Entrevistado luego de asistir a la integración de la Asociación Nacional de Legisladores de la Cuarta Transformación, el funcionario también rechazó la postura de la familia LeBarón de armarse para enfrentar la delincuencia. Ninguna persona puede estar armada ilegalmente en el país, dijo.

Refirió que, conforme lo dispone la Constitución, los mexicanos pueden tener armas en sus domicilios, a partir de un trámite ante la Secretaría de la Defensa Nacional, pero no se puede transferir a ningún civil el derecho del Estado a sancionar.

En el caso del enfrentamiento en Villa Unión, dijo que este tipo de hechos son cada vez más cruentos “ocurren cuando hay impunidad y ha venido con el debilitamiento de las instituciones en el pasado. La omisión mata. Nada más recuerden la ausencia de gobierno en el pésimo sexenio de Vicente Fox.

Si recordamos la historia y vemos las omisiones llevó al debilitamiento de las instituciones y es lo estamos cosechando.

Consideró que la pacificación debe lograrse al detectar los motivos que han llevado al país a convertirse en un río de sangre, en un panteón.

Incluso cuestionó la movilización del domingo y, aunque sostuvo que fueron muy pocos los que se manifestaron, afirmó que antes no protestaron contra la corrupción y por la guerra contra el narcotráfico.

No estaríamos cosechando esta violencia, abundó.