El presidente Andrés Manuel López Obrador coincidió en el aeropuerto de Hermosillo, Sonora, con varios de los reporteros que se accidentaron el pasado sábado, a quienes, antes de abordar el avión de regreso a la capital del país, expresó su solidaridad y afecto por el suceso que atribuyó a los riesgos de la cobertura informativa. A pregunta expresa sobre las medidas de la Presidencia de la República para mejorar las condiciones de traslado, indicó: ya no es como antes, no podemos pagar los gastos.

Hasta ahora el arrendamiento de las camionetas que trasladan a los reporteros durante las giras del mandatario corren a cargo de los gobiernos estatales y municipales. En la sala de espera para abordar el vuelo, López Obrador expresó: fue muy lamentable, pero afortunadamente no pasó a mayores. Me da gusto verles ya recuperados.

Lo escuchaban algunos de los reporteros que no requirieron hospitalización y sólo tuvieron afectaciones menores, pero que traían collarines o protectores en las partes golpeadas por la volcadura de la camioneta que había arrendado el municipio de Cajeme en esta ocasión.

A la pregunta de si la Presidencia adoptaría medidas para mejorar las condiciones de seguridad en los traslados de los reporteros, el Presidente respondió que se mantendrán las garantías para el acceso a los actos presidenciales, pero ya no es como antes. No podemos pagar los gastos.

–Se lo ha dicho a Jesús Ramírez (coordinador de Comunicación Social de la Presidencia).

–No es un asunto de Jesús Ramírez.

–¿Se podría contar con horarios más holgados para los traslados?

–Eso no se puede, porque tenemos que visitar muchos pueblos. La mejor opción es que los que no puedan asistir, se queden en la Ciudad de México, en las conferencias de lunes a viernes; los fines de semana, los medios que tienen corresponsales puedan cubrir, o nosotros mismos, ya que yo siempre estoy informando.

–¿Bajar al ritmo se descarta?

–Sí; yo tengo que trabajar 16 horas diarias.

En el vuelo de Hermosillo a la Ciudad de México, López Obrador coincidió con los enviados de La Jornada, Alma Muñoz; Notimex, Héctor Álvarez; El Sol de México, Gabriela Jiménez, y Milenio, Rafael Montes, así como la fotógrafa Romina Solís y el camarógrafo Omar Franco.