Emir Olivares Alonso

El sindicato petrolero ha sido una de las instancias más reacias a abrir y transparentar la información pública que por ley está obligado.

De acuerdo con registros del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), el gremio –que hasta ayer estaba bajo la dirigencia de Carlos Romero Deschamps– ha tramitado un sinnúmero de amparos para evitar entregar información solicitada referente a bienes muebles, inmuebles, aeronaves y obras de arte en su posesión. El comisionado del Inai Joel Salas informó que el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) sistemáticamente niega los datos e incluso no ha cumplido con los mínimos exigidos en la ley para subir en la Plataforma Nacional de Transparencia información de oficio, con lo que ha sido evaluado con cero de calificación en ese sentido.

Salas aprovechó la coyuntura del caso de Romero Deschamps –cuya renuncia fue tan opaca como su gestión– para dar a conocer a través de su cuenta personal en Twitter los resultados de la verificación vinculante 2018 realizada por el Inai, donde se muestra el desempeño del STPRM, y cuyos resultados se valoran en cero.

El comisionado acompañó ese documento de un video en el que expresó su opinión sobre la renovación en puerta en la dirigencia del sindicato petrolero, la cual debe tomar como una de sus prioridades el cumplimiento de las leyes de transparencia y hacer de ella un eje rector en su actuar.

Recordó que tras la reforma constitucional en materia de transparencia de 2014, todos los sindicatos que reciben recursos públicos están obligados a rendir cuentas en el manejo de los mismos.

Desde nuestra trinchera (de la transparencia) la pregunta de fondo hoy es: ¿Este relevo en la dirigencia se traducirá en cambios sustanciales para sus agremiados y hacia la transparencia?, cuestionó Salas.