Fernando Camacho Servín

Desde su campaña electoral y ya como presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador ha criticado en múltiples ocasiones al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), al que acusa de ser un organismo oneroso que no ha cumplido con la labor de combatir la corrupción.

Otra faceta de los desencuentros entre el mandatario y el órgano han sido las solicitudes de información que la Oficina de la Presidencia ha respondido en estos meses con declaratorias de inexistencia, a pesar de que es evidente que los documentos requeridos sí están en manos de las autoridades, lo que ha llevado al Inai a corregirle la plana al gobierno del tabasqueño en más de una ocasión.

Uno de los primeros señalamientos críticos hechos por López Obrador al Inai ocurrió el 2 de octubre de 2018 –unos meses después de haber ganado las elecciones–, cuando afirmó que dicho instituto es una burocracia dorada, cuyos consejeros ganan un sueldo mensual de 250 mil pesos y no ha hecho nada por terminar con la corrupción.

Un par de meses después, el 7 de diciembre de 2018, el Presidente denunció que el Inai y otros organismos autónomos habían proliferado en los años como hongos después de la lluvia e insistió en que no había contribuido en reducir la corrupción, sino al contrario, pues dicho flagelo creció como nunca a la par de que se creó este organismo.

De igual manera, advirtió que el órgano no iba a desaparecer, pero le solicitó a sus comisionados que se bajaran el sueldo y aplicaran una estrategia de austeridad. En respuesta, el Inai redujo 15 por ciento su presupuesto de 2019, con respecto a los mil 98 millones de pesos que había recibido en 2018.

La más reciente de las críticas formuladas por López Obrador en contra del organismo de transparencia ocurrió ayer, durante su conferencia de prensa matutina, en la que volvió a señalar que tiene un presupuesto de mil millones de pesos al año y resulta que en la época de más corrupción no vieron nada. Se hicieron de la vista gorda.

Las declaratorias de inexistencia de información por parte de la Oficina de la Presidencia se han vuelto en estos días otro frente de choque entre el Inai y López Obrador.

En ese contexto, el órgano garante le ha ordenado a la oficina del mandatario que entregue información que originalmente había declarado inexistente, pero de la cual hay evidencias claras que sí obra en los archivos presidenciales, entre ellos la carta que le envió al Rey de España para pedirle que su país se disculpara con México por la Conquista, o los expedientes sobre los automóviles usados por López Obrador para transportarse.