Néstor Jiménez y Enrique Méndez

El pleno de la Cámara de Diputados aprobó ayer un pronunciamiento de sólo dos líneas, en el cual expresa su rechazo enérgico al uso o presencia de la Guardia Nacional de Estados Unidos o cualquier otro cuerpo militar de ese país en la frontera con México.

En tanto, el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores en San Lázaro, Víctor Manuel Giorgiana (PRI), sostuvo que Donald Trump emprendió una medida que ya ha fracasado y resaltó que mientras éste insista en considerar la migración como asunto de seguridad, pierde de vista las causas que motivan ese fenómeno, pero también sus beneficios. Militarizar la frontera no reduce la migración, señaló.

Expresó que el argumento de la seguridad nacional es falso. Hasta la fecha ningún terrorista que haya efectuado un ataque en Estados Unidos ha cruzado por nuestra frontera, declaró el legislador, y sostuvo que desde esa comisión, la Cámara de Diputados considera que sólo las soluciones conjuntas e integrales, mediante una cooperación eficiente, abonarán a una mayor seguridad regional de América del Norte”.

Explicó que otros mandatarios han adoptado decisiones similares, sin éxito. No es la primera vez que un presidente estadunidense utiliza las fuerzas armadas para controlar los flujos de la frontera entre México y Estados Unidos. George W. Bush envió 6 mil miembros de la Guardia Nacional en 2002, luego de los ataques terroristas a las Torres Gemelas, y (Barack) Obama, en 2010, asignó mil 500 militares para el mismo propósito.

El presidente de la mesa directiva, Édgar Romo (PRI), agregó al pronunciamiento de la Cámara de Diputados que la relación bilateral debe preservar y ampliar los canales diplomáticos y considerarlos como medios para resolver cualquier controversia.