Alejandro Alegría

La CFE es la empresa más importante de este país, aseguró ayer Manuel Bartlett, su director general, durante una conferencia de prensa en la que estuvo acompañado por Edmundo Sánchez, director de finanzas, y Luis Bravo Navarro, coordinador de comunicación corporativa.

La Comisión Federal de Electricidad (CFE) está muy fuerte financieramente e incluso pasó la prueba del añejo con la crisis energética derivada de la tormenta invernal que afectó a Texas en febrero pasado, emergencia por la cual la empresa desembolsó 65 mil millones de pesos de contado.

La compañía especificó que la línea de crédito por 200 millones de dólares otorgada por CAF, Banco de Desarrollo de América Latina (antes Corporación Andina de Fomento) será utilizada para proyectos de energía renovable y la modernización de hidroeléctricas.

La CFE es la empresa más importante de este país, por eso quieren desaparecerla, para que el mercado quede en otras manos, aseguró su director general, Manuel Bartlett Díaz, quien destacó que la compañía es muy fuerte financieramente.

Edmundo Sánchez Aguilar, director corporativo de finanzas, detalló que la CFE ya pasó la prueba del añejo con la pandemia de Covid-19, que provocó una merma en el uso de electricidad por la suspensión de actividades económicas, y el apagón de febrero pasado, consecuencia del corte al suministro de gas natural por la tormenta invernal que azotó a Texas.

“Al área de finanzas le costó 65 mil millones de pesos tapar el chipote. ¿En qué sentido? El que quería gas o entregaba cheque por adelantado y cheque certificado, cheques balines no eran aceptados. Era el mercado de trueque, tú me das y yo te doy, ‘no check no gas’”, dijo Sánchez Aguilar.

Comentó que la prueba de fuego fue no someter al país a un mes de obscuridad, pues en Texas todos se hicieron locos, incluyendo las semiautoridades locales.

Destacó que se creía que financieramente no se podría soportar la crisis, pero se pudieron conseguir los 65 mil millones de pesos para pagar que barcos trajeran gas natural licuado para echar a andar las plantas generadoras, operaciones que se hicieron de madrugada.

Indicó que se adoptaron medidas de austeridad, eficiencia, productividad y redistribución de recursos para absorber el golpe. Nos obligó a frenar otros programas operativos, pero que no eran de la emergencia como el apagón, agregó.

Rubén Cuevas Plancarte, director corporativo de administración, comentó que el panel de expertos contratados para conocer las causas del apagón del 28 de diciembre de 2020 costó a la empresa 2.8 millones de pesos más IVA.

Indicó que en el segundo trimestre los ingresos por ventas de CFE alcanzaron 130 mil millones de dólares, mientras que sus activos totales alcanzan los 100 mil millones de dólares.

Sánchez Aguilar especificó que la línea revolvente no comprometida que le autorizó el CAF son créditos direccionados que servirán para construir proyectos de energía renovable, como la planta fotovoltaica en Sonora o la modernización de las 14 hidroeléctricas. En ningún momento estas líneas de crédito se van a usar para gasto corriente, agregó.

No son créditos ni para comprar tequila, ni para irnos de fin de semana a Huatulco, dijo.

Por otra parte, Bartlett Díaz, participó ayer en la reunión plenaria de los senadores del Partido del Trabajo (PT), bancada que él coordinó en la pasada legislatura.

Durante ese encuentro, Bartlett explicó a los senadores petistas la situación de la industria eléctrica, en el contexto de la reforma constitucional que el presidente Andrés Manuel López Obrador propondrá al Congreso.

A la reunión asistió el dirigente nacional del PT, Alberto Anaya, y Bartlett dijo que se sentía emocionado de regresar al Senado y encontrarse con colaboradores que lo acompañaron los seis años en que fue legislador.