Braulio Carbajal

Durante octubre pasado inversionistas extranjeros vendieron posiciones por 55 mil millones de pesos en bonos gubernamentales mexicanos, con lo que se registró el tercer mes del año con mayores retiros de este tipo de capitales del mercado financiero local, sólo detrás de los 166 mil 500 millones de pesos de marzo y los 121 mil 200 millones de abril, según datos oficiales.

Con el resultado de octubre, se ligaron dos meses con reducción en la participación de extranjeros en el mercado de deuda gubernamental. Así, el valor total de activos de deuda mexicana en manos de foráneos se ubicó en 1.75 billones de pesos, su nivel más bajo desde noviembre de 2013, de acuerdo con datos del Banco de México citados este miércoles en un análisis Intercam Casa de Bolsa.

Las salidas de octubre pudieron ser motivadas por un elevado grado de incertidumbre, dadas las elecciones de Estados Unidos y la aceleración de casos de Covid-19 a escala mundial, lo que puede originar una nueva contracción en la actividad económica mexicana.

Los extranjeros se deshicieron de Cetes (29 mil 172 millones de pesos), Bonos (24 mil 335 millones) y Udibonos (mil 660 millones). En tanto, incrementaron su tenencia en Bondes D (81 millones de pesos), de acuerdo con el reporte.

El saldo neto en lo que va de 2020 sigue siendo negativo, dado que de enero a octubre los inversionistas extranjeros han vendido un total de 396 mil 103 millones de pesos en valores gubernamentales, lo que significa que el saldo que ahora tienen en sus manos es 18.4 por ciento inferior respecto de lo que tenían al cierre de 2019.

Desde el máximo histórico de tenencias registrado en marzo de 2020, la caída de valores gubernamentales en manos de extranjeros ha sido de 21.32 por ciento, equivalente a una salida de capitales de 474 mil 903 millones de pesos.

El mínimo de tenencias alcanzado en junio pasado se ha profundizado en octubre, por lo que será importante conocer qué sucedió en los primeros días de noviembre, mes en que la resolución de la elección estadunidense detonó una salida en activos de riesgo y posiblemente incentivó flujos positivos de extranjeros en deuda mexicana, añadió.