Braulio Carbajal

La Ley de Ingresos de la Federación (LIF) 2021 y la miscelánea fiscal se aprobaron el pasado 5 de noviembre con pros y contras para los contribuyentes: por un lado se evitó pagar más cuando la gasolina baje de precio y no permitir al Servicio de Administración Tributaria grabar por medio de fotos y video las visitas a contribuyentes, pero por otro se aprobó la retención de impuestos a plataformas digitales.

Adrián García Gómez, investigador de Ingresos e Impuestos del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, resaltó que algunos de los cambios aprobados tienen implicaciones de política pública, sobre todo lo relacionado con gasolinas y las tasas de retención a prestadores de servicios digitales, que son la entrada a identificar a los más grandes contribuyentes y fiscalizarlos con otros medidas más adelante.

Esto último, de acuerdo con el especialista, forma parte de los esfuerzos del gobierno federal para cerrar huecos legales en los impuestos que deben pagar grandes plataformas digitales como Netflix, Uber, DiDi, Airbnb, Mercado Libre y Amazon.

Actualmente la retención de impuestos depende de la actividad que se realiza y es progresiva; en otras palabras, a mayores ingresos el porcentaje es mayor. Para 2021 se modificaron las tasas de retención a una tasa única, es decir, aunque sigue variando según la actividad realizada, ahora sólo existe una tasa de retención para cada actividad.

De esta forma, quien genere ingresos con plataformas que prestan servicios de transporte terrestre de pasajeros y de entrega de bienes o comida, como Uber, DiDi, Sin Delantal, Rappi, etcétera, tendrán que pagar una tasa de impuesto sobre la renta de 2.1 por ciento en lugar de la variación de entre 2 y 8 por ciento.

En tanto, quienes lo hagan a través de plataformas de hospedaje como Airbnb, la retención pasa de entre 2 y 10 por ciento a una tasa fija de 4 por ciento, mientras para quienes enajenan bienes y prestan servicios a través de empresas como Mercado Libre, Amazon, Ebay, etcétera, la tasa pasa de entre 0.4 a 5.4 por ciento a una fija de uno por ciento.

En materia de combustibles, dijo García Gómez, los consumidores salen ganando, pues se buscaba modificar el mecanismo actual para determinar el precio de las gasolinas, que permite que el impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) a las gasolinas y diésel disminuya para evitar que la gasolina suba de precio abruptamente.

En el paquete económico se propuso que lo opuesto también pudiera suceder, es decir, que cuando el precio de la gasolina disminuya, se incremente el IEPS cobrado, manteniendo el precio de la gasolina constante, con aumentos no mayores a la inflación, lo cual despertó fuertes críticas y al final fue desechado por el Senado.

Otro de los grandes cambios de la versión final de la Ley de Ingresos 2021 es que se retiró la propuesta del gobierno de dar la facultad al SAT de tomar fotografías y video en las visitas domiciliarias que realiza a los contribuyentes, la cual fue polémica y de acuerdo con diversos especialistas estaba en el límite de violar los derechos de las personas, además de que dicha información podría ser usada de manera inadecuada.