Dora Villanueva

Esa densidad de estudiantes coloca a México en los primeros lugares entre los miembros de la OCDE

Analistas de la OCDE reconocieron que es difícil saber si funcionará la estrategia educativa aplicada por el gobierno mexicano y que consiste en clases a distancia.

México es de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) con mayor densidad de estudiantes por aula. En promedio, hay 25 alumnos en cada grupo de educación primaria y 27 en secundaria; las medias de la región son 21 y 23, respectivamente.

Por ello, una eventual vuelta a las escuelas en el contexto de la pandemia implica la reorientación de infraestructura, desinfección de aulas, incluso horarios escalonados para atender las medidas de sana distancia, explicó Daniel Sánchez Serra, analista de educación de la OCDE.

Según estimaciones de la organización, una eventual vuelta a las aulas se inserta en la pérdida efectiva de enseñanza entre 280 y 406 horas para algunos alumnos, esto sólo en las 14 semanas de cierre a junio pasado, es decir, del ciclo escolar anterior.

Sobre el impacto que tendrá el cierre de aulas en el sistema educativo, Sánchez Serra recalcó que todavía estamos en la pandemia, (por lo que) es bastante complicado saber qué pasará. Sin embargo, ya está definido que las familias más vulnerables, y que estaban en desigualdad de condiciones antes del Covid-19, son quienes tienen más dificultades para acceder a los contenidos educativos.

Previamente, desde París, José Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, recalcó que es fundamental emprender todo tipo de acciones para garantizar que la crisis no exacerbe las desigualdades en materia de educación que se han revelado en muchos países.

Por lo menos en México el abandono escolar ya escaló a 10 por ciento de los alumnos por efecto de la pandemia, según datos de la Secretaría de Educación Pública que Sánchez Serra consignó. El porcentaje es muy elevado en comparación con economías de la OCDE, pero le anteceden otros lastres.

Antes de la crisis, 26 por ciento de quienes podían acceder a educación media superior en México no estaba matriculado, esto se compara con 8 por ciento que es promedio en la OCDE. Lo mismo en educación temprana que, de acuerdo con Sánchez Serra, marca un parteaguas en los procesos educativos. En 2018, sólo 4 por ciento de los niños menores de cuatro años estaban en un sistema de enseñanza, mientras la media de la región es de 34 por ciento.

Sobre el modelo de educación emergente que el gobierno federal instaló con televisoras para llegar a una mayor proporción de alumnos, el analista de la OCDE subrayó que dadas las característica del país –donde persisten brechas de acceso a Internet y equipo de cómputo– es interesante el acceso remoto a esos contenidos. Aún falta ver los resultados, subrayó.