Braulio Carbajal

El gobierno federal, por conducto de la Secretaría de Economía, publicó un protocolo con los lineamientos técnicos y sanitarios que deberán seguir las empresas de sectores esenciales, como construcción, automotriz y minería, para su reapertura, el próximo primero de junio, sin que ello signifique que la pandemia de Covid-19 haya sido superada.

Como primer paso, explicó la dependencia en el documento, a partir de ayer, desde las 8 de la mañana, las empresas de las industrias automotriz, construcción y minería pueden enviar su manual sanitario al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). La información está disponible en la página electrónica www.gob.mx/nuevanormalidad .

El IMSS lo analizará y tardará máximo 72 horas en dar respuesta positiva o negativa. En ningún caso una empresa podrá operar sin ese permiso.

Entre las medidas que deberán aplicar las compañías que decidan abrir están cuestiones básicas, como lavado de manos, sana distancia, uso de cubrebocas y máscaras, filtros sanitarios y escalonamiento de horarios.

Se exigirá que las empresas cumplan con las medidas de control ingreso-egreso de sus instalaciones. Esto, con base en un filtro sanitario para identificar a las personas que presenten algún síntoma de Covi-19; tomar la temperatura de la plantilla de trabajadores, y verificar el uso correcto del cubrebocas, señala.

Sin excepción, dice el texto, dichas medidas deberán ser implementadas por los centros de trabajo para reducir el riesgo de contagio entre trabajadores.

El plan, denominado Lineamientos Técnicos de Seguridad Sanitaria en el Entorno Laboral, elaborado por las secretarías de Economía, de Trabajo y de Salud, así como por el IMSS, consiste en tres frases que llevan hacia lo que el gobierno ha denominado nueva normalidad, que dará inicio el próximo primero de junio.

Los niveles de alerta del semáforo son: máximo, alto, medio y bajo, y serán dictados por la autoridad federal los lunes de cada semana.

La reapertura económica no implica que la epidemia esté superada. La forma en que empresas y trabajadores atiendan las recomendaciones será determinante para mantener un nivel de alerta que permita una mayor actividad socioeconómica, destaca el texto.