Israel Rodríguez

Considera que para aumentar los salarios reales primero se debe incrementar la productividad

El gobernador del Banco de México (BdeM), Agustín Carstens, aseguró que se cuenta con un sistema financiero sano, por lo cual existe margen para subir las tasas de interés en caso de requerirlo.

Mencionó que la inflación ya llegó a su tope y se encuentra en trayectoria descendente para el próximo año, con caídas sustanciales para llegar a la meta de alrededor de 3 por ciento. Sin embargo, no descartó la posibilidad de que se desvíe esta trayectoria debido a un menor ritmo de expansión de la actividad económica, caída en ingresos petroleros, la política fiscal de Estados Unidos y el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Al presentar el Reporte sobre el Sistema Financiero 2017, Casrtens Carstens advirtió que diversos choques, como la depreciación cambiaria acumulada, el proceso de liberalización de los precios de las gasolinas y el incremento en el salario mínimo, propiciaron un repunte temporal de la inflación.

Ante la magnitud de estos choques y el potencial de presiones adicionales sobre el tipo de cambio, existe la posibilidad de que se presenten efectos de segundo orden en el proceso de formación de precios, lo que constituye un riesgo para la estabilidad financiera.

Adicionalmente, existe el peligro de una reversión importante en los flujos de capital que genere presiones adicionales sobre el tipo de cambio y las tasas de interés. Entre los factores que pudieran detonar episodios de este tipo figura la normalización monetaria por la Reserva Federal y la incertidumbre respecto de las políticas del gobierno de Estados Unidos.

Sobre la inyección de 4 mil millones de dólares en diversos tramos al mercado cambiario anunciada ayer por la mañana, el gobernador del Banco de México dijo que esta medida persigue tener condiciones más ordenadas en el mercado.

Aseguró que no hay ninguna preocupación de que los bancos en México estén expuestos a un riesgo cambiario.

Explicó que el BdeM “busca condiciones de mercado adecuadas, pero no tiene un objetivo puntual. No estamos ofreciendo montos específicos y reiterados en el mismo día, sino más que nada proponemos un programa en el cual se hace un ofrecimiento de un monto importante para este jueves por mil millones de dólares mediante una subasta y después un programa para el cierre del año anticipando que pueda haber unos fenómenos que pudieran afectar las condiciones de operación en el mercado.

El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, ayer al presentar el Reporte sobre el Sistema Financiero 2017, en la sede de la institución en la Ciudad de México Foto Guillermo Sologuren

Dijo que este programa no cancela la posibilidad de que la junta de gobierno del Banco de México pueda utilizar otras herramientas, como un ajuste en las tasas de interés, puesto que se reserva la facultad de usar cualquiera de los instrumentos que tenga a su disposición para emplearlos en caso de que sea necesario.

En torno a la propuesta de aumentar los salarios reales, consideró que se requiere previamente aumentar la productividad con una fuerza laboral más preparada y un mejor ambiente para los negocios, y consideró que muchos de estos factores se han atendido con las reformas estructurales, como la educativa.

Sobre la petición reiterada en el seno de las negociaciones del TLCAN de que los tres países se comprometan a no manipular el tipo de cambio, dijo, nosotros hemos demostrado que no hemos inducido los movimientos cambiarios. Más que nada hemos tomado medidas que van en la dirección de mantener un mercado ordenado que siga un régimen de flotación y sostenga un valor adecuado donde buscamos anclar el valor de nuestra moneda en fundamentos económicos sanos.

Carstens Carstens aseguró: México no es un país manipulador de su tipo de cambio, hemos actuado de la manera más clara y transparente posible.

Finalmente, sobre las pruebas de estrés en el sistema financiero, el gobernador del BdeM dijo que éstas no consideran elementos políticos y se ha avanzado en fortalecer las instituciones para que los ciclos políticos no incidan en la economía.