Hernán González G.

Un viernes, antes de las 22 horas, dos transeúntes esperan en la parada del microbús. Frente a ellos se detiene una patrulla de la policía municipal de Naucalpan, estado de México, descienden dos agentes y les ordenan subir al vehículo. ¿Por qué?, pregunta uno. Porque huelen a alcohol, responde un uniformado que ni siquiera llegó a olerlos. Rumbo a la oficina del juez calificador el agente advierte: si traes 3 mil pesos, aquí te bajas, y si no el juez te va a pedir 3 mil 500 o quedas detenido 72 horas. A la mañana siguiente, el funcionario en turno le pide a la atribulada esposa de uno de ellos 2 mil 350 pesos por dejarlo ir. Sólo traigo 800 pesos, repone. Junte otros 500, le dice. No los tengo y toma la salida. A ver, eche los 800, accede el juez, y la mujer abraza a su esposo, no sin antes preguntar: ¿no dan recibo?

Miércoles, 20 horas. Sobre ancha avenida, una patrulla de la policía de Naucalpan detiene a una joven de 20 años, argumentando una revisión de rutina. ¿Pero yo qué hice?, pregunta angustiada. La suben al vehículo y ya en la agencia del Ministerio Público el encargado le pide 4 mil pesos por soltarla. Es que en el operativo hubo que movilizar 10 patrullas y 20 elementos, fue la cínica respuesta del agente.

Noche de martes, alrededor de las 23 horas, en una colonia del municipio de Naucalpan un asaltante intenta despojar de su camioneta de trabajo a un electricista, que repele la agresión con sorpresivo puñetazo. Aparece una patrulla y se lleva la camioneta y a ambos al Ministerio Público. Ahí una agente sugiere al asaltado que declare con falsedad que el asaltante iba armado, a lo que se niega. Molesta, la funcionaria retiene el vehículo con herramientas de trabajo y le pide al propietario facturas del automóvil y de los utensilios. Además, debe contratar un abogado que lo defienda, le cobra 3 mil 500 pesos y el MP mil, más dos días de trabajo perdidos por el delito de haber repelido un asalto.

¿En Naucalpan hay orden superior de que la delincuencia uniformada extorsione a diestra y siniestra? ¿Así entiende la alcaldía el apoyo a la población más vulnerable? ¿Es su manera de defender a la ciudadanía de las violaciones a sus derechos? ¿El dinero de estos agravios diarios se destina a remodelar la construcción confiscada que AMLO cedió a Naucalpan para crear una universidad? Ojo, si Morena va a imitar a gobiernos prianistas estará jugando con lumbre.