Emir Olivares y Alonso Urrutia

El recinto de homenaje podrá ser visitado de martes a domingo, con citas tramitadas por Internet.

Una placa que sintetiza apenas un momento de la historia de México se levanta en el piso superior del ala norte de Palacio Nacional: En esta habitación murió el presidente Benito Juárez, el 18 de julio de 1872, a las once y media de la noche.

Al extender la mirada se observa una réplica de aquella recámara en la que, tras la restauración de la República, el Benemérito de las Américas ocupó en sus últimos años.

Ese es apenas uno de los espacios del remodelado recinto de homenaje a don Benito Juárez en Palacio Nacional, dedicado a su vida y legado, y que ayer reabrió con motivo del 150 aniversario de su muerte.

A través de 651 piezas museográficas –como retratos del Benemérito realizados por José Escudero y Espronceda y Tiburcio Sánchez, un cuadro de David Alfaro Siqueiros, la primera foto de la que se tiene registro (la de su boda con Margarita Maza), su título universitario como abogado y un par de mancuernillas– el espacio navega desde su nacimiento, una infancia entre la discriminación y la pobreza, su trayectoria política y legado.

Ayer, el presidente Andrés Manuel López Obrador reinauguró el recinto –fundado en 1957 por el entonces presidente Adolfo Ruiz Cortines– dedicado al prócer liberal y que ha modificado completamente su exposición permanente.

Se exhiben históricos objetos que han trascendido el andar del tiempo y que recrean parte de la vida del reformador. Su banda presidencial, el bastón de mando obsequiado por el pueblo de Santa María Ixcatlán, vestimenta y piezas personales, un sable labrado con el águila republicana –prestado por el Museo de la Legión Extranjera Francesa, obtenido en 1866 por el capitán Charles Blin, y que se presume pudo pertenecerle–, y la silla presidencial que le regalaron estudiantes de la Escuela de Artes y Oficios para Hombres, son algunas de las piezas que el visitante podrá admirar.

En la réplica de su despacho destaca un librero original y obras de cabecera que delinearon su pensamiento: El Periquillo Sarniento; Mejico, sus revoluciones; Teatro crítico universal, Ensayo político sobre la isla de Cuba y Salustio.

Carlos Mújica, subdirector de recintos de la Dirección General de Promoción Cultural y Acervo Patrimonial de la Secretaría de Hacienda y curador del recinto, detalló que el recorrido llevará a los asistentes por cuatro módulos temáticos: Juárez en su tiempo: vida, época y obra; Juárez en el tiempo: el culto a la figura; Juárez sin tiempo: huellas de la transformación; además de las ambientaciones museográficas de las habitaciones presidenciales.