Vienen semanas difíciles, advierte

Miami. Es preocupante la situación de la pandemia en el continente americano, que en la última semana registró más de la mitad de las infecciones de Covid-19 del mundo, indicó la Organización Panamericana de la Salud (OPS), con Brasil, Ecuador, Perú y Estados Unidos como las naciones que más alerta generan.

Los países de América han tenido más de 2.5 millones de casos nuevos y 24 mil muertos de coronavirus en la semana reciente.

Este aumento sostenido de casos es una muestra preocupante de que nuestra región está fallando en controlar el coronavirus. Estoy especialmente preocupada por las próximas semanas, expresó la directora de la organización, Carissa Etienne, en una conferencia de prensa a distancia realizada desde la sede de la organización en Washington.

A nivel global, más de 96 millones 120 mil 244 personas se han enfermado, 52 millones 930 mil se han recuperado y más de 2 millones 56 mil 241 han muerto, según la Universidad Johns Hopkins. Estados Unidos encabeza la lista como el país más afectado, con más de 24 millones de enfermos y 400 mil muertos.

El tercer lugar con más infectados en el mundo lo ocupa Brasil, después de Estados Unidos e India, con 8.5 millones de casos y 210 mil muertos.

Etienne también destacó que muchos de los hospitales están operando al límite de su capacidad. Mencionó el caso de Manaos, en el Amazonas brasileño, donde el sistema de salud está colapsando y hay falta de oxígeno por el incremento de los casos. Pero no sólo Manaos está en riesgo, destacó, y mencionó que también falta oxígeno en Estados Unidos y Perú, en este país sudamericano las unidades de terapia intensiva están 90 por ciento ocupadas, indicó, mientras que en numerosos lugares de Brasil y Ecuador funcionan cerca de su límite. En Ciudad de México la mayoría de las camas de terapia intensiva están ocupadas, mientras que en Argentina, Chile y Uruguay la capacidad de los hospitales también es un desafío, señaló la médica.

Respecto de la presencia de nuevas cepas en la región, la experta indicó que éstas podrían estar jugando un papel en la aceleración de las infecciones.

Siete países de las Américas –Argentina, Brasil, Costa Rica, Estados Unidos, Canadá, México y Chile– han empezado a vacunar contra el Covid-19, pero por ahora las dosis son muy limitadas y están destinadas al personal sanitario, a los ancianos y personas con condiciones especiales, como presión alta y diabetes.

Esas vacunas fueron adquiridas a través de acuerdos bilaterales sellados entre los gobiernos y los fabricantes. A partir de marzo, la OPS espera empezar a distribuir en todos los países de la región inmunológicos adquiridos a través del mecanismo Covax para inocular a cerca de 20 por ciento de la población.

Un comité de expertos encargado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) criticó a China por no tomar medidas para frenar el brote inicial y cuestionó si la agencia de salud de Naciones Unidas debería haberlo calificado de pandemia antes. El gigante asiático defendió su actuación frente a la enfermedad.

La Unión Europea quiere compartir el excedente de sus 2 mil millones de vacunas que ha asegurado con los estados vecinos más pobres y África, mediante el mecanismo Covax de la OMS. El bloque se propone inocular 70 por ciento de su población adulta hasta el fin del verano boreal de este año.

Reino Unido registró su récord de muertes diarias por Covid-19, mil 610 en 24 horas, muestra de que la pandemia causa estragos pese a las campañas de inmunización.

La segunda vacuna rusa, EpiVac Corona, desarrollada por el centro científico de virología y biotecnología Véktor, tiene una efectividad de 100 por ciento, según resultados clínicos.

Cuba comenzó la inmunización de unas 900 personas como parte de un ensayo con una vacuna propia, Soberana 02, y con vistas a iniciar una campaña masiva.

Venezuela, que atraviesa una aguda crisis económica, no pudo unirse a Covax por falta de pagos, precisó Ciro Ugarte, director de Emergencias en Salud de la OPS, aunque agregó que el país petrolero está en negociaciones para poder acceder a las dosis a través de otras vías diferentes al mecanismo.