Ángeles Cruz Martínez

El instituto requiere 12 mil médicos y enfermeras

Luis Antonio Ramírez, titular del Issste, asegura que se busca revertir el rezago acumulado durante décadas, en las que se dejó de invertir en el instituto.

Para el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) ha sido un reto hacer frente a la pandemia de Covid-19, por la carencia de personal, que en algunos hospitales es hasta de 55 por ciento, admitió el director general, Luis Antonio Ramírez Pineda. Además, están las ausencias del personal que, por ser de los grupos con factores de riesgo ante esa enfermedad, dejó de asistir a sus lugares de adscripción.

De cualquier manera, el organismo puso a disposición 113 hospitales en los que hasta ahora ha atendido a 65 mil personas contagiadas.

En entrevista con La Jornada, comentó el evento más reciente ocurrido con la inauguración del Hospital General de Tláhuac: la construcción del inmueble concluyó, pero no podía empezar a funcionar por falta de trabajadores. El problema se solucionó con los 200 médicos especialistas de Cuba que llegaron en la segunda semana de enero.

Era indispensable abrir el nosocomio por el incremento de casos de Covid-19 en la zona metropolitana del valle de México. La evidencia es que muy pronto se llenó. Cuenta con 280 camas, de las cuales 160 son generales y 98 por ciento están ocupadas. Otras 120 tienen ventilador, pero ayer sólo seis estaban libres.

Ramírez Pineda señaló que a las clínicas y hospitales del Issste les hacen falta alrededor de 12 mil médicos y enfermeras. Esto es parte del rezago acumulado durante décadas, porque se dejó de invertir en el organismo y se dio prioridad a la contratación de empresas privadas. El instituto perdió la rectoría en la prestación de servicios, subrayó.

Ahora el plan es revertir esa situación y lograr, entre otras cosas, que el hospital de Zacatecas cuente con la mitad del personal que le hace falta; en el de Veracruz, completar 35 por ciento de plazas vacantes; en el nuevo Hospital de Tláhuac se requieren 2 mil 300 trabajadores; en el de Tabasco hacen falta 400 empleados, igual que en Tepic, Nayarit; también en Ciudad de México hay varias clínicas que operan por debajo de su capacidad instalada, indicó.

Por eso, el reto que la pandemia de Covid-19 impuso al país, en el Issste ha sido mucho mayor.

Con relación a los empleados que dejaron de asistir a sus labores por estar entre los grupos con factores de riesgo para presentar complicaciones graves por el coronavirus, comentó que aunque hacen falta, no está previsto que se les incluya como grupo prioritario para recibir la vacuna antiCovid, como sí lo es el personal que está en la atención directa de los contagiados.

Quienes están resguardados en sus domicilios tendrán la vacuna conforme al calendario por grupos de edad y comorbilidades, afirmó.

También sobre la vacuna contra el Covid-19 adelantó que este fin de semana encabezará, en representación del gobierno federal, las actividades para la aplicación del biológico a los 20 mil maestros de Campeche que son derechohabientes del Issste.

Durante la conversación con este diario, el funcionario destacó que a pesar de las carencias para la prestación de los servicios médicos, en el ámbito financiero la situación ha mejorado por la autorización de la junta directiva del Issste para utilizar 11 mil 335 millones de pesos de las reservas financieras y la ampliación presupuestal aprobada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público por 7 mil millones de pesos.

Ambas medidas se dieron en diciembre de 2020 y los recursos permitirán al instituto liquidar la totalidad de sus deudas con proveedores. Eso nos da oxígeno para hacer nuevos contratos para comprar medicamentos y el resto de servicios que presta el instituto, como son las tiendas Superissste que todavía no logran remontar la totalidad de las pérdidas acumuladas durante años.

En cuanto a los medicamentos, Ramírez Pineda comentó que el abasto está en alrededor de 85 por ciento para algunos grupos terapéuticos. En los oncológicos y los productos para terapias, como hemodiálisis, no ha habido faltantes, pero durante el primer trimestre del año y para algunos otros fármacos se tendrán que realizar compras directas en lo que concluye la licitación que coordina la Oficina de Naciones Unidas de Servicios para Proyectos, explicó.